Habían pasado ya 28 años desde la última vez que Inglaterra accedía a unas semifinales de una Copa del Mundo de fútbol. Fue en Italia 90 y su derrota en la penúltima ronda dejó una imagen para la historia, la de Paul Gascoigne llorando tras su expulsión frente a Alemania. Desde entonces fracaso tras fracaso para los inventores del fútbol en cada competición global. Ahora, y en buena medida gracias a competir por el lado fácil del cuadro y a un fase de grupos muy asequible, Inglaterra se vuelve a plantar en semifinales y mantiene totalmente intactas sus opciones de pelear por la copa y zanjar de una vez su posición en el fútbol mundial, pues su único título, el del campeonato que organizó en 1966, está siempre bajo permanente sospecha por los polémicos arbitrajes.
El equipo inglés tiene un líder claro: El delantero Harry Kane. Es el que hace creer al resto de jugadores que esta vez sí se puede. Que no solo tienen la liga con más audiencia y tirón mediático del mundo, sino que los "Three Lions" pueden coronarse como campeones del mundo. Pero tras Kane se encuentra su gran escudero tanto en el Tottenham como en la selección: El mediapunta Dele Alli, con cuyo cabezazo Inglaterra sentenció las esperanzas de Suecia para pelear el pase a semifinales en los últimos minutos del encuentro de cuartos de final del sábado.
Dele Alli cuenta con una historia dramática en su infancia. Su padre, nigeriano, le abandonó al poco de nacer. Con 8 años regresó a su vida y se lo llevó de Inglaterra a Nigeria, en donde era príncipe de una de las tribus de este país africano. Tras vivir con él en Houston, lo dejó de nuevo con su madre en Londres. Sus conflictivas relaciones en un barrio en donde abundaban la droga y las malas compañías llevaron a su progenitora a optar por darlo en adopción. Tenía 13 años y el fútbol le cambió la vida cuando ingresó en las categorías inferiores del Milton Keynes Dons. En 2013 acabaría llegando a la primera plantilla de este club y disputando dos temporadas completas en la tercera categoría del fútbol inglés. Sus goles y asistencias se contaban por decenas, así que no sorprendíó a nadie que el Tottenham se hiciese con sus servicios en la temporada 2015/16.
Tres campañas lleva en el equipo que dirige Pochettino y las tres rindiendo a un nivel tan alto que llegó a estar nominado al premio Golden Boy que distingue al mejor jugador joven del mundo. Junto a Kane o Son, entre otros, Alli ha contribuido a que el Tottenham sea el club de fútbol más regular de la Premier en los últimos años. En tres temporadas ha repartido 38 asistencias, siendo el mejor socio de Kane. Pero lo más llamativo son sus 42 goles, una cifra muy relevante para un centrocampista ofensivo.
Con solo 22 años el futuro de Inglaterra pasa en buena medida por las piernas de Dele Alli. En la Euro de 2016 disputó los cuatro encuentros de su selección, que acabaron con el enésimo fracaso al quedar eliminada contra Islandia. En la fase de clasificación para Rusia 2018 Ali fue titular indiscutible para Gareth Southgate y contribuyó con dos goles. Bueno a la hora de filtrar pases de gol y con mucho olfato de cara a puerta, Alli debe mejorar su contundencia a la hora de evitar pérdidas de balones y sobre todo sus centros, que deben ser más útiles en la búsqueda de Kane. Y es que además de detrás del punta, el centrocampista de Tottenham también puede jugar caído a la banda izquierda del ataque. Eso sí, su peso en la creación del juego del Tottenham fue decayendo a medida que sus registros como llegador al área rival iban mejorando.
Ante Croacia, Alli debe aparecer y asumir, seguramente antes de lo que le correspondería por edad, buena parte de los galones de Inglaterra si su selección quiere llegar a la final. Quizá la tanda de penaltis contra Colombia supuso un punto de inflexión. Algo en lo que la suerte tiene un papel tan importante, como una tanda de penaltis, puede implicar un cambio de tendencia para una selección. Le pasó a España contra Italia en cuartos de la Euro 2008 y puede que le pase a Inglaterra ahora. Lo único seguro es que el gran Mundial que están cuajando los inventores del fútbol va a legitimar un trabajo de la Federación muy bueno, con una importante inversión en la formación de jugadores en los últimos años y que ya había dado sus frutos en categorías inferiores. Southgate era uno de los responsables de dichas escuelas de formación y ahora es el encargado de dirigir a una generación encabezada por varios futbolistas jóvenes y brillantes como Kane, Rashford, Sterling o el propio Dele Alli.
