La dirección del coche tiene que ser suave y precisa. Es decir, que si notamos que el volante vibra o tiembla es porque hay algo que falla en el vehículo. A continuación vamos a repasar cuáles son los motivos más habituales por los que sentimos un temblor en el volante.

neumáticos. Lo más habitual cuando una dirección tiembla es que se hayan desequilibrado los neumáticos. Sabremos que ésta es la causa cuando la vibración no sea continua sino que aparece en unas condiciones determinadas. Por lo general se manifiesta a velocidades comprendidas entre los 100 y los 120 km/h, siendo inapreciables por debajo y por arriba de esta franja.

dirección desalineada. Una dirección mal alineada también puede generar una vibración en el volante, ya que, entre otras cosas, provoca un desgasta desigual de los neumáticos. Sabremos que tenemos la dirección mal alineada porque aunque el coche se irá leve mente hacia un lado aunque mantengamos el volante recto.

suspension, freno o motor. Existen otros fallos mecánicos que también también puede generar vibraciones en el volante, como por ejemplo suspensión mal ajustada o defectuosa. Igualmente una deformación o un deterioro considerable de los discos de freno harán que tiemble la dirección, aunque sólo se dejará sentir al frenar, ya que será cuando se transmitan las imperfecciones de los discos al ser “mordidos” por las pastillas.