El sector pesquero, representado por la Confederación Española de Pesca (Cepesca), alerta de la pérdida de valores culturales, sociales, económicos y de salud que acarrearía en España la intención de la Comisión Europea de eliminar gradualmente “y sin justificación” científica el arte de arrastre. Avisa de que esta decisión podría suponer la desaparición del consumo, tanto en pescaderías como en restauración, de numerosas especies de pescados y mariscos, muy apreciados por los consumidores y de alto valor nutricional.

Según la patronal pesquera, la demonización injustificada de la pesca de arrastre por parte de grupos ambientalistas y de la que los políticos europeos están haciéndose eco, “únicamente por corrección política y desconocimiento de la realidad”, pueden convertir estas proteínas saludables en “auténticos productos de lujo” solo accesibles a las personas con rentas elevadas.

Cepesca mostró esta preocupación en el Salón Gourmets, donde apuntó el papel de la pesca de arrastre como motor socioeconómico de muchos puertos de España y de la UE. Subrayó que sostiene a los puertos y sus infraestructuras, al conjunto de la cadena de valor de la pesca (lonjas, fábricas de hielo, empresas auxiliares, comercializadoras, transportistas, etc.) y al sector de la hostelería y la restauración, cuya oferta está basada, en gran medida, en estos productos.

Por ello, manifiesta su “disposición a batallar” en Europa en defensa de esta modalidad pesquera, tan sostenible como cualquier otra, tal y como reconoce el propio Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y su titular, Luis Planas, y para construir un “diálogo sereno y coherente” que permita introducir sensatez y equilibrio en el debate sobre este arte.

El peso de la pesca de arrastre es muy significativo en la flota comunitaria y, por ello, los pescadores han creado la Alianza Europea de la Pesca de Fondo (European Botton Fishing Alliance-EBFA). Cepesca es una de las organizaciones de 14 países de la UE en esta alianza, que representa a 7.000 barcos y más de 20.000 pescadores, es decir, el 11% de la flota pesquera comunitaria, el 35% de la capacidad pesquera de la UE y el 38% de los ingresos del sector. La flota española suma 887 buques de arrastre –779 de ellos de bajura– lo que representa el 10% de la flota nacional.

Los barcos que desarrollan su actividad en aguas españolas operan en el Mediterráneo (578), Golfo de Cádiz (127) y Cantábrico Noroeste (65). Además, hay 117 arrastreros españoles faenando en aguas comunitarias, internacionales y de terceros países.

El secretario general de Cepesca, Javier Garat, señaló que “de continuar la persecución política a golpe de prohibiciones y restricciones, la pesca de arrastre está llamada a desaparecer”. “Con ella simplemente desaparecerán de nuestros platos multitud de productos pesqueros, sin olvidar el impacto negativo en la soberanía y la seguridad alimentaria de España y de la UE”, recalca. “Las instituciones deben manifestar de forma expresa que la pesca de arrastre no se realiza en ecosistemas marinos vulnerables puesto que estas zonas están protegidas por la legislación española, europea y de las ORP con criterios científicos y que, cuando excepcionalmente se permite la pesca en Áreas Marinas Protegidas, se trata de zonas en las que no existen fondos vulnerables como, por ejemplo, el LIC Sur de Almería - Seco de los Olivos”, indicó.