Un fuerte golpe de mar ha sido la causa de un incidente marítimo que, por fortuna, se saldó sin daños personales ni materiales que lamentar. Pero todo lo que ocurra en las bravas aguas del Gran Sol siembra la alarma entre los familiares de los tripulantes gallegos, así que durante horas los embarcados en el Armavén Tres tuvieron el alma en vilo al enterarse de que había quedado sin gobierno en medio de un temporal. Según fuentes de la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI), una ola entró en el puente e inutilizó todos los aparatos electrónicos, lo que dejó al arrastrero vigués a la deriva.

El buque emitió una señal de auxilio por la avería. A la llamada de socorro de su capitán acudió un arrastrero gallego con bandera del Reino Unido, el Piedras, que se encontraba navegando en las inmediaciones, así como un helicóptero de rescate irlandés, el Rescue115, que acudió para comprobar la situación y el estado de la tripulación.

Ya en la zona, el helicóptero de los guardacostas pudo hablar con el patrón del barco, que confirmó que los diez tripulantes se encontraban en buen estado y que el Piedras se encargaría del remolque del buque a puerto, presumiblemente al de Castletownbere, base de la mayoría de los buques que trabajan en la zona.

El suceso recuerda al vivido en 2014 por el O Genita, un palangrero de Ribeira que también se quedó a la deriva cuando una ola rompió los cristales del puente e inutilizó los equipos. En aquella ocasión el suceso tuvo lugar al norte de Escocia y de madrugada, lo que complicó que fueran asistidos. Como el Armavén Tres, el O Genita tiene 33 metros de eslora y necesitó de ayuda para volver a puerto. En su caso los 16 tripulantes acabaron a salvo en una pequeña isla de la zona.