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La flota de Gran Sol pide levantar restricciones en la lonja

Cribado en la lonja viguesa el pasado mayo. | ALBA VILLAR

La flota gransolera que opera en la lonja de Vigo quiere ir retomando la normalidad preCOVID. Al menos, a la hora de vender. Los armadores piden al Puerto levantar las restricciones que tienen a la hora de subastar las capturas y que les obliga a acudir a un sorteo previo para ver quién vende primero. “Te anotas y cada día venden un número determinado. Si hay más tienes que esperar al día siguiente”, indica uno de los armadores olívicos. Según explica, esto se debe a la superficie disponible para la subasta del género tras la descarga, ya que hay limitaciones por la pandemia y porque comparten espacio con los espaderos, cuyas capturas ocupan más al ser más piezas más grandes. Según comentan fuentes de la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI), la petición ya se la han realizado a la Autoridad Portuaria, “pero de momento seguimos igual”.

Cada semana se venden en la lonja viguesa las descargas de entre quince y veinte barcos que faenan en el histórico caladero de Gran Sol, que llegan o bien por tierra o por barco, con la descarga de la última marea. Los lunes son el día en el que más producto se vende y es, por tanto, cuando los armadores prefieren tener sus capturas para la subasta.

La lonja de Vigo. Marta G. Brea

Con la pandemia, las limitaciones para frenar al COVID llegaron también a la lonja, una lonja que venía de una serie de cambios organizativos de la mano del anterior presidente –Enrique López Veiga– que ya habían provocado las quejas de los armadores. “Ahora no hay espacio”, critica el armador consultado, algo que se empeoró con las medidas necesarias para intentar evitar aglomeraciones en un momento en el que la producción de alimento era más necesaria que nunca.

En las medidas anunciadas el 30 de marzo de 2020, el Puerto delimitó a un máximo de cinco barcos el lunes y cuatro entre el martes y el viernes, además de que en la sala solo puede estar el armador o el patrón del buque así como un comprador por empresa.

Desde ARVI entienden que con el avance de la vacunación y la remisión de la incidencia del virus las restricciones de la lonja se pueden ir levantando para ir volviendo al ritmo de actividad previo. Sobre todo cuando en otros sectores esta nueva normalidad sí se está dando. Para ello será clave el levantamiento de emergencia sanitaria que lleva activo en Galicia 19 meses, desde el estallido de la pandemia en marzo del año pasado, y que se prevé para esta semana.

Caída de capturas de merluza, rape y rapante

Las capturas de las especies principales que se capturan en Gran Sol y el valor alcanzado por las mismas ha caído de forma importante este año en Vigo. Según los datos de la Plataforma Tecnolóxica da Pesca, las ventas de merluza, rape y gallo (rapante) en los primeros nueve meses del año cayeron un 26% respecto al mismo período del año pasado, quedándose en 7.800 toneladas. En cuanto al valor, la reducción fue la misma, del 26%, con 31,3 millones de euros.

Junto a la caída de capturas, también se redujo el precio medio del rapante, especie principal de los gransoleros vigueses, al pasar de 3,83 euros el kilo en 2020 a los 3,32 euros hasta septiembre de este año. En el caso de la merluza y el rape, el valor aumentó en 44 (2,7 euros/kilo) y 35 céntimos (4,99), respectivamente.

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