Una familia que decide acampar como forma de protesta, un camionero que atranca su camión en mitad de la carretera, cierres arbitrarios? Los cortes en la frontera entre Mauritania y Marruecos se están convirtiendo en una constante que perjudican el transporte por la única carretera que une a los dos países que, además, está rodeada de minas en algunos puntos por las guerras que mantuvieron ambos países en el pasado. En este contexto el pescado fresco capturado por once barcos gallegos (de Marín y Ribeira) que se vende en Cádiz o Vigo sufre largas esperas bajo el sol del desierto, lo que llega a provocar retrasos o que se pierdan mareas enteras. De igual forma, todo el material enviado para la correcta operativa de la flota tiene grandes dificultades para llegar a Nouadhibou (ciudad portuaria mauritana). "Desconocemos si los cortes de la frontera durarán horas o días; la situación se ha vuelto insostenible", critican armadores afectados.

En la actualidad, hay colas de más de 15 kilómetros debido a que un camionero ha protestado atravesando su vehículo. Según la poca información que llega de la zona, lo hace como protesta por una multa que le impuso Marruecos y lleva cerca de una semana. El tránsito está paralizado en ambos sentidos y los palangreros y arrastreros afectados han planteado una solución alternativa: utilizar el puerto de Dakhla (en el Sáhara Occidental) para descargar el pescado y recibir los pertrechos para evitar así el paso de los camiones por la frontera. Y es que al menos un barco ya perdió su carga por las largas esperas.

Desde el sector han pedido al Ministerio de Pesca y al Ministerio de Exteriores que se plantee esta solución "provisional" en la reunión preparatoria para la renovación del acuerdo entre la Unión Europea y Mauritania el próximo 29 de abril. Esta solución, a su juicio, "mermaría estos perjuicios económicos" y solo se produciría "mientras no se solventan los continuos cortes en la frontera".

La zona en la que suelen tener lugar estos problemas es un terreno neutral en el que no interviene ningún país, por lo que cuando hay un problema como el de esta semana ninguno de los dos actúan. Mientras, los pertrechos no llegan y el pescado muere en la frontera.