El grupo organizado de mariscadores furtivos con base en Poio que acaba de ser desarticulado por la Guardia Civil y que presuntamente se dedicaba a esquilmar los bancos de la ría de Pontevedra y de la de Vigo ha generado pérdidas millonarias a las cofradías de la comarca. Las siete personas que formaban la banda acumuló 132 actas de denuncia en un año y alguno de ellos llegó a ser sorprendidos hasta cinco veces en un mismo día.

La Guardia Civil explica que este grupo organizado se dedicaba a la extracción de almejas de forma ilícita en los bancos marisqueros de las dos rías, cuyas concesiones pertenecen a sus respectivas cofradías de pescadores. Utilizaban en ocasiones embarcaciones con matrícula falsa para evitar su identificación (se les incautó una unidad).

Las investigaciones fueron realizadas por el Seprona destinado en la capital en el marco de la operación Tivo y permitieron concluir que este grupo actuaba de una forma coordinada, de tal modo que mientras unos extraían las almejas, otros realizaban labores de vigilancia para evitar el control que ejercen los guardapescas de las cofradías y los agentes de la autoridad de los diferentes cuerpos policiales.

Durante el año 2017, estas personas fueron objeto de 132 actas-denuncia por marisqueo furtivo en las que superaban las cuotas máximas autorizadas, dándose casos de capturas de 306 kilogramos de almeja extraída de forma ilegal en un solo día (la media autorizada para ese mismo recurso se encuentra en 8,75 kilos por mariscador y día). Se calcula que durante el pasado año se les intervinieron 1.620 kilogramos de almeja y se tasa en cerca de 13.000 euros los daños y perjuicios causados a la Cofradía de Pescadores de Pontevedra.

Vía penal

La Guardia Civil explica que dos de los integrantes del grupo fueron investigados penalmente por un presunto delito contra la salud pública, al dar positivas en concentración de toxinas unas muestras obtenidas de las almejas que se les decomisó cuando realizaban esta actividad ilícita en el lugar de Acuña, en Vilaboa, zona clasificada como C, por lo tanto prohibida su extracción por alta concentración de toxina (E.coli).