Armadora Parleros, de Ribeira, denunció ante la Comisión Europea que España no supervisa la potencia de sus buques, lo que lleva a agravios comparativos para aquellos que cumplen con las restricciones legales. Según informó ayer el despacho de abogados Navas & Cusí, la firma también denunció a la Comisión Europea ante el Parlamento Europeo por su presunta "pasividad" ante este asunto. Además, recuerdan que el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE) especifica que son los Estados miembros los que deben controlar la potencia motriz de los buques. El 80 % de la flota pesquera del Cantábrico Noroeste tiene una potencia motora que "duplica, triplica o incluso cuadruplica" la obtenida en su licencia, alegan.