El equipo de José María Núñez Gallego ya no tendrá que trabajar por más tiempo en barracones de obra, los despachos improvisados que ideó Fandicosta para mantener la actividad tras el siniestro que calcinó más de la mitad de sus instalaciones en mayo de 2016. "La inversión está terminada. Nos dieron las llaves de las oficinas esta semana". La compañía, que el pasado ejercicio logró su segundo mejor resultado histórico de facturación -aún sin las obras concluidas- prevé cerrar el ejercicio con un alza en las ventas de entre el 15 y el 20%. Sobre todo por el tirón del mercado español, que ahora sí puede abastecer con una factoría "totalmente automatizada" y en la que ha invertido más de veinte millones de euros. Una base fabril "totalmente versátil" a la que Núñez pedirá un nuevo reto: el del desembarco en el continente africano. "Hay nichos de mercado allí, nosotros queremos ahora realizar un esfuerzo más localizado". La facturación exterior representa cerca de un 60% para la compañía presidida por Ángel Martínez. "El crecimiento solo puede ser hacia fuera". De consumarse las previsiones, Fandicosta alcanzará una cifra de negocio superior a los 120 millones de euros.
La concepción de la nueva factoría de Domaio -y la renovación de la vieja, la que no se quemó- se ha dirigido hacia la "máxima versatilidad", con líneas de envasado CPS. "Si hoy no tienes una fábrica eficiente es imposible poder competir", destaca el director general de la empresa. "Hemos decidido ampliar nuestra gama de productos, ahora tocamos ya todos", precisamente para abastecer la demanda del modo que ésta quiera o pueda abordar. "Se ha producido un desplazamiento de esa demanda hacia Asia" -por eso China ha frenado las exportaciones de materia prima- y los precios han subido. "La manera de responder ha sido la entrada de muchas especies nuevas, más baratas", como el abadejo o el panga (España es el único mercado en el que ha descendido su consumo). "Lo que estamos viendo ahora es una auténtica ingeniería en búsqueda de nuevas especies" que puedan sustituir a otras menos accesibles y que satisfagan cualquier tipo de bolsillo.
