La flota gallega que aprovecha el pacto pesquero acordado entre Rabat y Bruselas no volverá al caladero del país magrebí hasta 2019. El motivo es que dan por seguro que el acuerdo firmado entre ambas partes la semana pasada no va a pasar los filtros necesarios tanto en Marruecos como en la Unión Europea antes de octubre. "A partir de ahí comienza una de las dos vedas obligatorias, que se alarga hasta enero", explican desde la Asociación Nacional de Cefalopoderos (Anacef). La flota que forma parte de esta agrupación -gallega o de armadores de Galicia- no ha visto reconocida prácticamente ninguna de las peticiones que habían realizado para disponer de "un mayor margen de maniobra en la zona". Así, la veda se mantiene, no se aumentaron las licencias y siguen sin poder capturar cefalópodos. "No se cumplen las expectativas que teníamos", resumen desde Anacef
De hecho, la única reclamación que Rabat accedió a incluir en el acuerdo fue la de aceptar a barcos de hasta 750 GTs (toneladas de registro bruto), frente a los 600 que reflejaba el acuerdo que expiró el pasado 14 de julio. "Antes algún barco que tenía ese tamaño no pudo ir al caladero", apuntan desde Anacef. Otra de las medidas tomadas es que el número de tripulantes locales que tendrá que llevar el buque gallego pasa de 7 a 8, "pero ahora introducen un párrafo en el que se dice que pueden ser marineros que trabajaran antes en buques de la UE" y no solo de la lista otorgada cada año por el Gobierno marroquí (muchos sin experiencia).
El mayor problema llega en el terreno de las capturas. Además de no aumentar las licencias (ahora hay cinco y pedían seis) en la categoría de pesca demersal en la que participa la flota, se mantiene en este nuevo acuerdo la posibilidad de capturar un 5% de tiburones de profundidad, algo que "importa poco" a la flota. Sin embargo, siguen sin permitir a los buques un 5% de pesca accesoria de crustáceos y cefalópodos, que en la actualidad están descartando. "Hasta ahora no hubo plena utilización de las licencias porque si no permiten capturar especies que vienen en el aparejo y que no afectan a los recursos de allí, pues va en detrimento de la actividad", señalan desde Anacef.
El sector entiende que esta decisión "va en contra" de lo que pretende la Unión Europea, que precisamente a partir del próximo 1 de enero prohibirá los descartes pesqueros a la flota comunitaria en aguas comunitarias. "Aunque no se aplique en este caso, por que en los acuerdos prevalece la ley de cada país, los cierto es va en contra de la filosofía de la UE", alegan.
Para la asociación (formada por 17 barcos) "la única esperanza que les queda es la de mejorar las condiciones técnicas en las reuniones mixtas" que se celebrarán una vez sea ratificado el acuerdo.
