El nuevo plan de gestión para los buques de pesca censados en el Cantábrico Noroeste debería haber entrado en vigor ya este año. El secretario general de Pesca recién relevado, Alberto López-Asenjo, prometió que estaría listo para noviembre del año pasado. En él se incluirían cambios de gran relevancia para el sector acordados tras una serie de rondas de negociaciones, como por ejemplo una mayor facilidad para el intercambio de cuotas. Pasados ya siete meses el sector todavía no ha recibido el borrador previo a su publicación y aguarda ahora que el cambio de Gobierno no ralentice su elaboración.
El nombramiento ayer de la coruñesa Alicia Villauriz como secretaria general de Pesca devolvió a la palestra este plan como una de las peticiones principales de la flota de cara a esta nueva etapa. Más aún con la entrada en vigor el próximo 1 de enero de la obligación de desembarque, que -salvo excepciones- prohibirá los descartes -es decir, devolver el pescado al mar- para toda la flota. "Ya está aprobado y entró en vigor el del Golfo de Cádiz. Nosotros no tenemos el borrador todavía", comentó Juan Martín Fragueiro, gerente de los Armadores de Marín.
Precisamente los de los desembarques es lo que más preocupa al mandatario. "Urge por esa cuestión", apuntó Fragueiro. Andrés García, portavoz de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga), informó por su parte que están "a la espera" de conocer cómo será el plan, "pero el tiempo va pasando y las cosas no salen". García lamentó que la entrada del nuevo Gobierno pueda "retrasar aún más la entrada en vigor del plan", ya que entiende que "algo tendrán que decir" sobre su articulado. En este sentido, Fragueiro espera que el borrador llegue "cuanto antes".
