Las lonjas de la comunidad gallega vendieron a lo largo del mes de mayo casi 100 toneladas de sardina, lo que supone una reducción del 60% frente a los datos del mismo mes el año pasado. La apertura de la pesquería el día 1 del pasado mes no hizo que la flota se lanzase a por la especie, ya que decidieron preservar el tope que dispone España para este recurso para los meses de junio y julio. "A partir de ahora sí haremos pesca dirigida, intentando cumplir ese tope de 6.000 kilos por semana y barco", comenta Andrés García, portavoz de Acerga.

España y Portugal acordaron un tope de 14.600 toneladas para los seis meses que dura la pesquería (de mayo a octubre) tras una alerta de un posible veto a la pesquería por parte de los científicos para los próximos 15 años.