Los cerqueros que comparten sus cuotas reclaman al secretario general de Pesca, Alberto López-Asenjo, "que cumpla con su palabra". Cuando fue nombrado para el cargo a principios de año proclamó la necesidad de aprovechar al máximo las posibilidades de pesca. Así, en la orden que regula el caladero Cantábrico Noroeste se incluyó la opción de poder traspasar cuotas entre las distintas asociaciones con este fin. Es por este motivo que la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga), mayoritaria en este segmento de flota, pide al Gobierno que realice ya "los pasos necesarios" para poder disponer de más cupos antes de final de año.
Con la pesquería de sardina cerrada -la especie vive una situación de crisis, mientras Portugal y España deciden qué tope de capturas plantear a la Comisión Europea para 2018-, las reservas de caballa -o xarda- y jurel se encuentran próximas a su cierre. "Hay cuota de anchoa para la zona VIIIc [de Fisterra a País Vasco], pero la especie es muy pequeña y tratamos de no pescarla", comenta Andrés García, portavoz de la asociación que aglutina al 65% de los casi 150 cerqueros gallegos.
Con esta situación en sus cuatro especies principales, durante todo el verano han aprovechado la abundancia de cabalón -o xarda pintada, considerada como una "plaga" porque desplazar al resto de las rías-, llegando a capturar casi 50.000 toneladas. "Es algo histórico, lo nunca visto. Pero que nadie crea que se va a repetir", alerta García sobre las capturas de una especie que dejaron 18 millones de euros en las ventas en las lonjas gallegas, según los datos de la Plataforma Tecnolóxica da Pesca, de la Consellería do Mar.
Con esta situación, los cerqueros quieren hacer una máxima de las declaraciones realizadas por Alberto López-Asenjo en la primera entrevista como secretario general de Pesca, para FARO: "La gestión de las cuotas, ante todo, tiene que darse sobre una base de coherencia, de sentido común y de generosidad". "Nosotros estamos seguros de que a varias asociaciones, no solo de cerco, les va a sobrar mucha cuota", insiste García, que resume que "los pasos no se dan" y que "ya se tenían que haber dado".
Por otro lado, el portavoz de Acerga también recordó que la flota encara la recta de final de año con el compromiso de que cada embarcación tenga que parar al menos un mes. El año pasado pararon todos entre el 15 de diciembre y el 15 de enero, sin embargo tras varias reuniones los responsables de la asociación acordaron que cada armador eligiera el mes en el que parar en base a las necesidades de su embarcación, ya que si es de madera tiene unas necesidades diferentes a los de fibra o acero.
