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Los retos de la industria pesquera

La pesca ilegal en el mayor caladero de pota de la flota gallega cuesta 740 millones al año

En Argentina trabajan 42 poteros con licencia, por otros 130 sin ella -"Llevamos pocos días, pero no es para echar cohetes", dicen los armadores gallegos tras 15 días de faena

Cientos de barcos asiáticos en la milla 201 desde un avión de la Armada argentina. // Prensa Chubut

El avión de reconocimiento de la Armada argentina Orión P-3B es uno de los encargados de supervisar la actividad pesquera en la Zona Económica Exclusiva (ZEE) del país, de 200 millas mar adentro. Fuera de este espacio operan unos 250 barcos sin licencia y sin registrar, catalogados internacionalmente como buques de pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR), la mayoría de los cuales se dedican a la captura de pota (illex argentinus). Los barcos poteros llevan a bordo más de 200 lámparas de 2.500 vatios cada una para faenar pota , de ahí que en cada vuelo los Orión observen algo parecido a un panal de luciérnagas contra las que no puede ejercer ninguna acción punitiva a menos que entren en aguas de Argentina. Su actividad en el principal caladero de pota del mundo para la industria gallega conlleva un coste de unos 740 millones de euros, según los cálculos del Ejecutivo de Mauricio Macri recogidos por la prensa local.

En el caladero argentino faenan una quincena de barcos de capital gallego (Pescanova, Profand, Fandicosta, Iberconsa o Vieirasa), pero firmas como Newsan (a la viguesa Marine Resources Trading) o Pesquera Santa Cruz (a Galaustral) elevan la cifra a la veintena. De acuerdo al Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep), la pasada semana estaban operando de forma ilegal 130 poteros, la mayoría de capital asiático (China, Taiwan, Corea), por los 42 con licencia nacional. La actividad para éstos terminó en agosto para preservar el recurso; los primeros no tuvieron que amarrar.

La campaña de 2017 arrancó el 16 de enero por un dictamen favorable de los científicos (normalmente empieza el 1 de febrero), y de momento los datos no son malos. "Dentro de aguas [por la ZEE] estamos en 20 toneladas de entero y no es para echar cohetes", avanza un directivo del sector, que explica que "llevado a vaina (sin los ojos y tentáculos) sería la mitad". Hace un año el promedio de capturas no sobrepasaba las cinco toneladas diarias, lo que hacía que la actividad no fuese rentable. "El tamaño es pequeño, lo normal en estas fechas, y esperemos que por lo menos se mantenga". Desde Profand y Fandicosta confían en que el escenario siga siendo "favorable" después de haber cerrado con el 2016 el peor ejercicio histórico en la captura de cefalópodos.

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