Iván López es miembro de la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI) y forma parte del equipo de la Confederación Española de Pesca (Cepesca) que defiende al sector en la Unión Europea para intentar frenar la prohibición del arrastre, que se espera que sea por debajo de los 800 metros. Sin embargo, el vigués alerta de que la UE podría incluso cambiar a 600 o 400 metros por un "planteamiento equivocado" y "sin base científica".
-Vamos por el principio: ¿Por qué la UE quiere prohibir la pesca de arrastre por debajo de los 800 metros?
-La prohibición viene de muy atrás. Ya existe una reglamentación específica para la pesca de aguas profundas refiriéndose a unas especies concretas con ciertas características definidas por la FAO. Tocó revisar esta reglamentación y lo que pasa es que coincidió con la época de Maria Damanaki [anterior comisaria de Pesca de la UE] y hay un grupo de ONGs muy potente, muy similar en formación y financiación al que se formó para la revisión del cercenamiento de aletas a bordo, que está respaldada por la PEW americana. Así se formó el lobby que tuvo una confluencia de intereses con Damanaki y aprovechó para meter la primera prohibición generalizada de arrastre en el mundo.
-¿Cómo que generalizada?
-Como es lógico hay zonas del mar que, por sus particularidades del fondo y los organismos que hay que proteger, se cierran al arrastre. Eso se hace desde hace mucho tiempo y con el completo apoyo de la industria. Aquí la particularidad es que se prohibe el arrastre durante cuatro años para estas especies como solución. Esto entendemos que no tiene sentido, no se pueden hacer prohibiciones genéricas: en unas zonas será a una profundidad y en otras a otra. Así empezó el debate.
-¿Entonces, ¿no cambió nada con la llegada del nuevo comisario Karmenu Vella?
-El sistema de codecisión que rige la pesca es complicado. En la Comisión, cuando hizo la propuesta, estaba Damanaki. El papel de la CE termina cuando llega al Parlamento, hace tres años, que la enmienda. Luego es remitido al Consejo de ministros, donde quedó congelado hasta una votación en la que se ganó por 16 votos. Así, hasta ahora, por lo que la CE no ha podido hacer más. Con la llegada de Vella la Comisión ya no tenía nada que decir hasta los trílogos [diálogos entre la CE, Parlamento y Consejo]. Aquí es donde llega nuestra sorpresa: el Consejo hace una propuesta de prohibir el arrastre por debajo de 800 metros, lo que nos parece muy grave porque no tiene nada de democrático. La propuesta pasa con una aprobación unánime incluyendo la del Gobierno español, que no consultó al sector, porque hubiésemos dicho que era una sandez.
-¿Y todo sale de la ONG PEW?
-Si, de Norteamérica, curiosamente. Y, no hay que ocultarlo, con fondos que vienen del petróleo. Se están gastando muchísimo dinero y se meten en estos temas justo después del desastre del Exxon Valdez y algunos pensamos que es para lavar su imagen a costa de los demás. Por cierto, que en ningún momento se habla que sea para todas las actividades marinas: ¿Por qué se puede coger petróleo, hacer minería marina o poner molinos de viento pero no pescar? Es una pregunta que he hecho a la CE y al Parlamento y no han respondido.
-Sobre el tema científico... Incluso desde el ICES publicaron un informe en el que dice que la huella del arrastre ha disminuido.
-La ironía es que esta propuesta no se investiga y se ha cerrado la puerta: nosotros decimos que hay que aprovechar la ocasión para mapear los fondos de la UE y ver dónde se puede y donde no se puede pescar. No queremos ampliar la huella de arrastre, solo queremos seguir pescando donde lo hemos hecho los últimos 60 años.
-Dicho todo esto, ¿cree que al sector todavía le queda tiempo?
-Tiempo siempre queda. Pero nos ha pillado por sorpresa el movimiento del Consejo, nos ha sorprendido que España haya apoyado esto y me da igual cualquier excusa. Es Madrid quien lo ha hecho y ha dejado vendido al sector. Ahora en el Parlamento se puede pelear, pero siendo sinceros es muy difícil, por no decir imposible, que no se prohiba por debajo de los 800 metros. Vamos a poner en la mesa que no es viable, pero es que todos los gobiernos, incluido el español, ya lo han apoyado. Nos han quitado argumentos pero hay que evitar que se expanda fuera de las aguas comunitarias, porque podría llegar la situación de que estemos autolimitados por nuestra bandera mientras canadienses, coreanos o el que tenga dos dedos de frente van a poder pescar.
