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La innovación, al servicio de la industria

Clavo y Cerqueira adaptan la nanotecnología a la pesca para diseñar la "planta del futuro"

Las conserveras pontevedresas trabajan en dos sistemas pioneros para la detoxificación del mejillón y la eliminación de riesgos alimentarios -Colaboran tres centros de investigación

Planta piloto de Anfaco-Cecopesca. // FdV

La industria conservera gallega trabaja para adaptar sus instalaciones a las "factorías del futuro". Y para ello aplicarán tecnologías emergentes como la nanotecnología, las altas presiones y las microondas a fin de producir alimentos de forma segura sin perder eficiencia ni productividad. Es el proyecto que impulsan las compañías pontevedresas Clavo Congelados y Conservas Cerqueira y que han resultado beneficiarios de fondos Feder Innterconecta canalizados a través del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) por un importe conjunto de 1,45 millones de euros. En ambos casos se trata de aplicaciones industriales pioneras para la eliminación de riesgos alimentarios.

El primero de ellos lo lidera Clavo Congelados, con sede en Caldas, y en el que trabajan otras tres empresas tecnológicas de Vigo y otros tantos centros de investigación. Se trata del proyecto Smart factory for safe foods (SF4SF), que ha recibido una subvención de 626.174,6 euros y que "supondrá un gran salto para la gestión de la seguridad alimentaria". Como explican desde el departamento de I+D+i de Anfaco-Cecopesca, que actúa como asesor, ya existen nuevas tecnologías de procesado a disposición de la industria que permiten reducir o eliminar riesgos alimentarios integrados en el modelo productivo de la planta. El objetivo es doble: elevar la productividad de la fábrica y la seguridad de los productos mediante la eliminación de riesgos microbiológicos y alérgenos.

Y Clavo contará con tres firmas innovadoras en tres campos distintos: Nanoimmunotech (nanotecnología), Kemegal (fabricación de productos químicos destinados a la limpieza e higiene) y ASM Soft (desarrollo de aplicaciones informáticas). Cada empresa cuantificará los riesgos y analizará la eficacia de los sistemas actualmente vigentes a fin de determinar las necesidades de la industria alimentaria, ya que este proyecto podrá extenderse a todos los sectores cuando haya finalizado, en 2016. Además de Anfaco, las cuatro empresas reciben el asesoramiento de la Universidade de Vigo -de donde surgió la firma ASM, con sede en Bembrive- y el Laboratorio Ibérico Internacional de Nanotecnología (INL) de Braga. El proyecto SF4SF "creará un nuevo concepto de producción en el que la minimización del riesgo estará integrado en el sistema de producción de la planta", destacaron las compañías participantes a FARO. Clavo Congelados, con más de 300 empleados, factura al año unos 30 millones de euros.

Por su parte el proyecto que lidera la viguesa Conservas Cerqueira (conocida por su marca comercial, Pay Pay) incluye también otras cuatro firmas: Pescados Marcelino, Mariscos Veiro, Depuradora Moluscos La Sirena y Galchimia, y recibió una subvención de 828.084,2. En su caso el trabajo es más específico y se centra en el mejillón y los pectínidos (vieiras). El objetivo es la aplicar en la cadena de producción industrial protocolos para la detoxificación de ambos productos con agentes microencapsulados. Al igual que Clavo, Cerqueira empleará la nanotecnología para, en su caso, "anticiparse a la contaminación en batea". Colaboran también Anfaco y el INL.

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