Mariscadores, pescadores y bateeiros, representados por diferentes cofradías y agrupaciones de productores, volvieron a escenificar ayer su rechazo a la Lei de Acuicultura de Galicia que diseña la Consellería do Mar. Evidentemente no todos están en contra de la nueva normativa; ni siquiera todos los que asistieron a esta nueva charla informativa, esta vez desarrollada en el local social de la cofradía de Vilanova. Pero el argumento de los detractores del articulado es siempre el mismo, pues lo consideran una amenaza y un riesgo para las rías, temen que favorezca la implantación de "multinacionales" y creen que puede acabar con el sistema de cultivo tradicional.

En el Consello Regulador do Mexillón de Galicia, por ejemplo, sostienen que "esta ley pretende desmontar los sectores primarios y dar entrada a las multinacionales de piscicultura intensiva deteriorando nuestro medio marino". Advierten así de la implantación de la acuicultura multitrófica integrada, es decir, de la posibilidad de permitir el cultivo en las rías de especies alternativas al mejillón.

Temen los bateeiros que con la posible introducción de jaulas de cultivo de salmón, por poner un ejemplo, el mejillón se convierta en un "cultivo auxiliar" que relegue a los bateeiros a un segundo plano, condenándolos a "producir materia prima para piensos de los peces".

Si esto sucede "se producirá un empobrecimiento de las comarcas costeras", cuando en realidad "lo que necesitan los sectores primarios es una ley que garantice la ordenación y potenciación de las actividades en base a criterios socioeconómicos y la defensa del medio marino, ayudando a reforzar la oferta de productos sanos y naturales para los consumidores", sostiene el Consello Regulador.

Postura de la Xunta

Frente a todo esto está la postura de una Administración autonómica que insiste en el carácter voluntario de la apuesta por la acuicultura y defiende las posibilidades que ofrecerá la diversificación de la producción en las rías gallegas, entre otros factores.

En la charla informativa sobre la Lei de Acuicultura ofrecida ayer en Vilanova participaron la patrona mayor, María José Vales; el biólogo Alberto de Coo; el abogado Alberto Muñoz, especializado en todo lo que rodea a los pósitos y mariscadores; y un viejo conocido del sector en la ría, el expatrón mayor grovense Francisco Iglesias. Entre el público había tanto mariscadores como bateeiros, y entre ellos muchas caras conocidas, como las de diferentes patrones mayores y dirigentes como Javier Blanco, miembro de la Federación de Mexilloeiros (Femex).

Como suele ser habitual en él, Blanco no se mordió la lengua al término de la reunión y dijo sentir "vergüenza ajena" por lo que definió como "un encuentro claramente tendencioso y politizado". "Me parece bien que se organicen charlas de este tipo, pero si de verdad quieren informar deben convocar a la otra parte", manifestó el bateeiro vilaxoanés antes de recalcar que "si el PP explica de verdad en qué consiste la nueva ley desmonta el chiringuito a más de uno".

Lo que quiere decir es que "cuando el PSOE proponía la anterior ley los que ahora ponen el grito en el cielo no aparecieron por ninguna parte", por eso deduce que "lo único que pretenden unos pocos es manipular a todo el sector a través de la mentira, por ejemplo diciendo que se van a instalar jaulas de salmón en medio de los polígonos bateeiros cuando eso es totalmente falso".

Incluso insiste en que "algunos solo se oponen a esta ley porque temen las sanciones que se quieren imponer cuando se intenta comercializar mejillón con toxina, y como cualquiera en su sano juicio puede entender es lógico que esto sea así e incluso se quite la batea al productor que juegue con la salud del consumidor y la imagen de todo el sector; pero los que cumplen las normas no tienen nada que temer".

Este bateeiro llega a manifestar que la Plataforma en Defensa da Ría "no hace ningún favor a nadie cuando no dice ni una sola verdad; solo quiere llevar esto al terreno político".