El barco de pesca Gemima, perteneciente a armadores grovenses y con puerto base en la ciudad francesa de Bayona, se hundió en la noche del martes en aguas del cantábrico, cuando realizaba "una marea" de pesca de merluza. Sus nueve tripulantes -dos gallegos, un francés y seis portugueses- salieron con vida del suceso gracias a la coordinación de los equipos de salvamento de Francia y Galicia, apoyados por un barco mercante que pasaba por la zona.

Los hechos tuvieron lugar a 160 millas al norte del cabo de Estaca de Bares (Galicia) y prácticamente a otras 160 millas de Penmarch (Francia). Todo ocurrió con extrema rapidez, aunque se desconocen las causas que provocaron la vía de agua y posterior hundimiento de la nave, de veinte metros de eslora y construida hace 32 años, según indicó uno de sus armadores, los hermanos grovenses Carlos y Marcelino Domínguez Caneda.

El primero de ellos confirmó a FARO que entre la tripulación había dos gallegos -de A Coruña- y que el barco tiene bandera y sede francesa. "Llevaban cuatro o cinco días pescando merluza y ya regresaban a puerto cuando se produjo el accidente", relata el armador grovense. "Lo verdaderamente importante es que la gente está a salvo y todo se limita a daños materiales", comentó.

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Señala, además, que "no se conocen aún las causas del accidente, pero en cualquier caso era una tripulación muy experimentada y el barco estaba en regla.

El propio Carlos Domínguez explicó ayer que algunos de los tripulantes regresaban ayer a casa, aunque se está trabajando en la repatriación de otros, ya que el rescate propició el traslado de los náufragos a tres países diferentes: España, Francia y Holanda.

El accidente fue a las 21.05 horas del martes cuando el Salvamento recibió la llamada del armador del pesquero para dar cuenta de los problemas que atravesaba la nave a consecuencia de una vía de agua. Desde Galicia despegó el helicóptero Helimer 401, con base en A Coruña, mientras que desde Francia hacían lo propio un helicóptero y un avión.

El Helimer 401 facilitó una bomba de achique al pesquero y evacuó a uno de sus tripulantes -un portugués trasladado a la ciudad de A Coruña-, mientras que el avión galo trasladaba a otros cinco marineros lusos a ese país (a Brest). En el barco quedaban tres tripulantes -un francés y dos gallegos-, que fueron los encargados de conectar la bomba de achique para tratar de evitar un hundimiento. A su lado permanecía el buque mercante MSC Japan, que rescató y llevó a Rotterdam a los tres tripulantes cuando no pudieron evitar el hundimiento del Gemima.