Los diferentes juegos que se instalan en fiestas como la de Bouzas o Coia han sacado de quicio a más de uno alguna vez. Los feriantes nunca lo ponen fácil para conseguir el premio gordo y la sospecha de que ese tipo de actividades están trucadas siempre ha estado sobre la mesa. Pero los hay que nunca pierden la esperanza y cuando se dan cuenta tienen la cartera vacía.

Esto mismo le pasó a un vigués en las fiestas de Bouzas el pasado viernes. Ante la promesa de unos feriantes de ganar premios fácilmente, terminó por derrochar 2.040 euros en un solo puesto. Contrariado y sintiéndose timado, trató de buscar explicaciones en internet a lo que le acababa de pasar y descubrió que el juego en el que había perdido su dinero, el razzle, ya ha sido denunciado por estafa en otros puntos de España.

Con esa información en la mano acudió al día siguiente a la comisaría de la Policía Nacional, donde interpuso una denuncia. Allí detalló que se acercó a este puesto próximo al Bingo de las fiestas bajo la promesa de ganar un premio fácilmente. Los feriantes le animaron a apostar cinco euros, pero si resultaba perdedor tendría que invertir el doble de lo apostado para seguir participando. Así fue perdiendo más y más dinero hasta quedarse sin 2.040 euros.

El juego en cuestión consiste en lanzar unas anillas sobre unos paneles con clavos hasta conseguir 40 puntos. Según hizo constar la víctima de la estafa en la denuncia, "nunca es posible llegar a la puntuación debido a que lo tienen todo estudiado al sumar los puntos. Hacen el engaño manipulando el resultado".

Con la denuncia en la mano, este vigués regresó a las fiestas con el propósito de recuperar su dinero. Los feriantes, al ver el documento, le devolvieron los 2.000 euros perdidos la noche anterior. También preguntó a la comisión de fiestas de Bouzas por el puesto y le aseguraron que lo habían contratado como un "servicio de luces", no correspondiéndose su actividad con el juego que allí se desarrollaba.

Este tipo de puestos que albergan el juego de las anillas, denominado razzle, ya han sido clausurados en otras fiestas. Sucedió en Valencia, Cataluña y en 2018 en Asturias, cuando varios denunciantes consideraron que se les ha engañado en las sumas y restas de los puntos con el fin de que gastaran más dinero.