Le voy a hacer caso a Javier Buján, director artística de la Fundación Laxeiro, que está empeñado en ampliar mis horizontes artísticos y me ha invitado, hoy mismo, a la inauguración en el edificio de la Casa das Artes de la segunda entrega de la serie Laxeiro desconocido, en este caso Laxeiro desconocido II. Ya Carlos García-Suárez, con el que compartí mesa en la casa redondelana de los Regojo hace unos días, me alertó mientras atacábamos una merluza de alto standing de la apertura de esta muestra de obras inéditas de segunda época, una selección de veinticuatro dibujos y pinturas catalogados por la Fundación Laxeiro después de la publicación del catálogo universal y que nunca antes habían sido expuestas o publicadas. El alcalde Caballero dará hoy a las 11 ante la prensa su bendición apostólica a estas obras que van desde finales de los años 50 hasta el año 90 y viene a ser la continuación de la anterior entrega Laxeiro desconocido I. Obras inéditas de primera época que se pudo ver hasta el pasado 5 de junio. La cita con el público es a partir de las 18h hasta las 21h y se inscribe en los proyectos que la Fundación Laxeiro está llevando a cabo este año, con motivo del Año Laxeiro, declarado por la Real Academia Galega de Belas Artes. Amén.
Vigo, capital provincial
No miento si digo que la idea no parece estar entre las preocupaciones de los vigueses, pero hay algunos especialmente olívicos como Marcelino Martínez Morás, que están ojo avizor a posibles cambios que beneficien a Vigo. Me cuenta Marcelino que la Comunidad de Murcia ha solicitado formalmente que Cartagena se convierta en nueva provincia de esta autonomía y me recuerda que Vigo ya ha sido en el pasado hasta tres veces capital de la provincia de Vigo, aunque fueran fugaces y conflictivas. En su opinión, este melón que acaba de abrir Murcia es más que interesante para que Vigo se convierta por fin y definitivamente en capital de la provincia que lleve su nombre. “Y no hay que renunciar –añade– al Área Metropolitana, no son excluyentes”. Yo reconozco que no he meditado sobre esta materia un segundo pero Martínez-Morás lo tiene claro: la explosión magnífica de Vigo como ciudad se daría con esta actuación, ganaría el peso político del que careció siempre para conseguir sus legítimos derechos y oportunidades. “No nos podemos imaginar –afirma contundente– la dimensión que alcanzaría Vigo con esta nueva consideración administrativa. No será fácil y sí largo; pero la provincia de Vigo será un legado indispensable e insustituible para las generaciones futuras de vigueses”. Ahí lo dejo o, mejor, lo deja él.