El cirujano vigués Diego Martínez ha protagonizado recientemente una intervención quirúrgica pionera en Galicia. Fue en una clínica odontológica de Tui, en el que él es uno de los socios, donde realizó el implante de una prótesis de titanio, hecha a medida mediante una impresora 3D, para reconstruir el maxilar de una paciente. Se trata de una técnica que se utiliza con frecuencia en cirugía maxilofacial para grandes reconstrucciones en traumatismos derivados de accidentes de tráfico o en enfermos de cáncer que perdieron el maxilar o partes óseas importantes, pero que hasta ahora a nivel gallego no se utilizaba en el ámbito de la odontología.
“Está enfocada sobre todo a pacientes con el hueso muy deteriorado o que no tienen dientes desde hace mucho tiempo. Hablamos de personas que fueron sometidas a innumerables tratamientos fallidos, porque las técnicas convencionales de injerto de hueso son muy invasivas e imprecisas. Esos tratamientos tradicionales requieren de donantes, que a veces puede ser el propio paciente, o mismo la utilización de huesos de cadáveres. Y el proceso se alarga demasiado en el tiempo porque son necesarias varias cirugías”, explica Diego Martínez.
Por el contrario, indica, el pionero implante de titanio extraído mediante impresión en tres dimensiones está hecho “cien por cien a la medida de cada paciente”, por lo que cada prótesis es una patente exclusiva que no vale para otras personas.
Este cirujano vigués explica que ha importado la técnica del campo de la cirugía maxilofacial, ya que precisamente hasta ahora se ceñía al ámbito hospitalario y no todas las clínicas odontológicas están preparadas para afrontar una intervención tan compleja como esta porque son necesarios medios técnicos muy avanzados y concretos y también la formación y experiencia necesaria de los profesionales.
La paciente sometida a esta intervención en la clínica odontológica tudense era una mujer que apenas tenía hueso. El motivo por el que el equipo quirúrgico encabezado por Diego Martínez apostó por la prótesis obtenida mediante tecnología 3D fue el deterioro provocado por tres cirugías realizadas en otra clínica en las que se le habían colocado hasta quince implantes con un resultado infructuoso. “Sentía mucho dolor y no encontraba ninguna solución. Llegó a sufrir una depresión”, afirma Diego Martínez.
Operaciones “en directo”
De madre odontóloga y padre protésico, este cirujano vigués se crió entre dientes “desde los doce años”, por lo que la vocación le viene ya de familia. Cuenta con una amplia experiencia y formación que, a través de su clínica, intenta también transmitir a las nuevas generaciones. Así, ha dispuesto de una sala de formación anexa al gabinete del quirófano, con el objetivo de poder seguir en directo las intervenciones quirúrgicas, algo que no es común en la mayoría de centros odontológicos gallegos.
