Investigadores del Centro Interdisciplinar de Investigación en Tecnologías Ambientales (Cretus) de la Universidad de Santiago de Compostela estudian la presencia y los mecanismos de degradación de los microplásticos presentes en las aguas residuales de la EDAR (estación depuradora de aguas residuales) de Silvouta, en Santiago, en el marco de un proyecto que se está extendiendo a las depuradoras del resto de Galicia, en colaboración con Augas de Galicia, entre ellas, la del Lagares, en Vigo. La finalidad es detectar la presencia de microplásticos y, además, ver cuál es su comportamiento en las depuradoras, es decir, qué cantidad se elimina, qué cantidad queda, cuáles son sus características y cómo se puede resolver esta situación.

Este tema se abordó en la 12.ª Conferencia Micropol & Ecohazard, promovida por Cretus. El copresidente del evento, Juan Lema, profesor emérito de Ingeniería Química de la Universidad de Santiago y miembro del Grupo de Biotecnología Ambiental de la USC, aclaró que “todavía no hay datos suficientes para valorar si nos encontramos o no ante un problema”: “Es necesario desarrollar metodologías fiables que permitan detectar con precisión su presencia en las aguas residuales y determinar cómo se llevaría a cabo su eliminación”. Añade que se desconocen los efectos de estos microplásticos sobre el medio y sobre la salud humana “porque la mayor parte quedan retenidos en los lodos y, de la parte que se transporta en el agua, no se sabe su impacto”.

Los asistentes al congreso visitaron las depuradoras de Lugo, Ourense y Vigo. Los promotores de la cita resaltaron que las plantas de la comunidad gallega están “muy en la línea de las depuradoras del futuro”, con “instalaciones modernas y tecnología avanzada”.