Todavía nervioso por la noticia del primer premio en Festival Educativo de Cine (CINEFEST), se prepara para viajar a Madrid donde tendrá hoy una entrevista para poder optar a una beca Netflix con la que sufragar sus estudios el próximo año en la capital madrileña. Y es que a pesar de que el joven Alberto Montull todavía no tiene claro cuál será su futuro, como prácticamente cualquier alumno de 2º de Bachillerato, sí confirma que estará vinculado al mundo audiovisual. “A través de una pantalla lo veo todo mucho mejor, mucho más claro, ya desde pequeño. Puedo cambiar o corregir cosas y ponerlas perfectas, a mi gusto”, cuenta el joven estudiante de la modalidad de Bachillerato Artístico del IES Valadares, su primera promoción.

Alberto Montull, ayer en el instituto vigués ALBA VILLAR

Este curso será el último que pase en el centro vigués, ya que pese a mostrar interés por presentarse a los exámenes de la ABAU, su futuro formativo y profesional está en Madrid. Y es que será uno de los pocos “privilegiados” –como él mismo se define– que entrarán a formar parte del casi selecto grupo de estudiantes admitidos en una de las dos únicas escuelas de cine a nivel nacional. “Llevo ya muchos meses para entrar; lo intenté una primera vez con un corto y no lo conseguí. Probé en otra escuela y sí me llegaron a coger, pero volví a intentarlo en la de Madrid con el corto “Unha illa no medio do mar” y ahí ya sí me llamaron”, cuenta, feliz, Montull.

cartel del corto

Detrás del éxito de este alumno está la filosofía del propio centro educativo público. “Tanto profesores como el resto del alumnado que ha participado se ha implicado mucho. Creemos que hay que sacar de cada alumno su mejor versión; habrá algunos que sean más teóricos y otros como Alberto, mucho más prácticos, más creativos. Hay que ayudarles a que encuentren esta mejor versión de cada uno”, cuenta Álex Mane, quien junto con la docente Eugenia Fernández, colaboraron activamente en el corto ganador, “Unha illa no medio do mar” .

Profesorado y alumnado del IES Valadares que participaron en el corto

Otro de los puntos que han querido dejar claro con este corto es el valor añadido del gallego. “Primero participamos con él y varios certámenes gallegos, pero cuando lo presentamos a otros festivales a nivel nacional en ningún momento pensamos en cambiarlo a castellano, queríamos también dinamizar el idioma; el trabajo bien hecho no depende del idioma”, amplía el docente del IES Valadares.