La gastronomía viguesa vive su puesta de largo como un sector “diverso y unido, de despensa de costa e interior” y sobre todo, capaz de generar “experiencias” más allá del paladar. Así resume Raquel Suárez Ogando la misión y visión con la que nace la Asociación Vigo Gastronómico, presentada ayer en el Centro A Fundación con diversas autoridades y representantes culturales y sociales de la ciudad.

La presidenta de este proyecto pionero en la provincia, cuyo principal apoyo empresarial es Estrella Galicia, se sitúa al frente de catorce profesionales que se definen como “grupo gastronómico y no de cocineros”, demostrando que buscan algo más que complacer el paladar o una presentación en los platos; ya que estos apuestan por “disfrutar de experiencias variadas” dicen.

La chef del ‘Lume de Carozo’ se muestra entusiasmada ante la materialización de una propuesta que lleva fraguándose desde el inicio de la pandemia. “La rabia hace aflorar las ideas” reconoce, y apunta a que el objetivo de crecer de la mano del entorno social y cultural de la ciudad les hace pensar que pueden convertirse en un referente nacional e incluso internacional.

Diez locales en todo Vigo

La asociación nace tomando el impulso de otros fenómenos que han impulsado el turismo y la hostelería de la ciudad como pueden ser las islas Cíes o las luces de Navidad. Sin embargo, tienen clara su consigna: “hay que dinamizar la ciudad todo el año”.

Y con ese pretexto de descentralización se salen también del Casco Vello, donde se ubican el grueso de los locales de renombre en la hostelería, para llegar también a la Alameda o Bouzas.

Entre los locales participantes, además del ya citado Lume de Carozo, figuran el María Manuela, Morrofino, Living Cocina Viva, La Carpintería, Niño Corvo, La Contenta, O Croque, Mijo y La Pintxoteca.

Crecen las rutas por la ría

La iniciativa que sirvió el pasado verano de carta de presentación volverá con fuerzas renovadas y ampliadas. Los viajes “Solpor a Bocados” en los que se realiza una degustación en barco por la ría. La relajación de las medidas anti-COVID permitirá añadir quince plazas más por barco en los meses de julio y agosto.

Al mismo tiempo, ya han iniciado conversaciones con la naviera para para prolongar estas salidas de cada jueves a los meses de septiembre o junio ya que el año pasado mucha gente se quedó fuera de estas rutas. Sin embargo, esta ampliación de capacidad mantendrá la esencia de tranquilidad y celebración en una ruta de 28 kilómetros en la que se acercarán de nuevo a las Cíes, San Simón o las bateas.

El siguiente paso clave será la celebración de una gala benéfica de diciembre cuya recaudación será destinada a una entidad sin ánimo de lucro. También preparan un “Gastrofest” y ponencias que permitan incidir en la importancia del aprovechamiento de los alimentos o la agenda 2030 a través de la cocina.

“Queremos implicar a la sociedad en la defensa de algo tan valioso como nuestra gastronomía y de lo mucho que nos puede ofrecer” sentencian. Sin pretensiones de exclusividad, apoyados en una inmejorable materia prima y una cocina de autor que enamora a propios y extraños. El acto se cerró con la degustación de ocho platos preparados exclusivamente para la ocasión con tradición y vanguardia.