Tras más de ocho meses atracado en Vigo obligado por el parón del sector impuesto por la pandemia, ayer abandonó el muelle de trasatlánticos del puerto vigués el crucero de expedición portugués World Explorer, que zarpó con destino a Viana do Castelo no sin antes hacer maniobras de tipo técnico en aguas de la ría. El World Explorer será puesto a punto en los astilleros West Sea de Viana donde fue construido hace escasamente tres años, para reiniciar seguidamente su programación como crucero de lujo para el mercado francés con un itinerario a Madeira y Azores, al que seguirá un circuito de viajes a países del norte de Europa, incluyendo Islandia y Groenlandia, así como a remotos parajes del Ártico.

De 126 metros de eslora, el World Explorer cuenta con capacidad para 180 pasajeros que viajan a partir de unos 600 euros por día de crucero. De momento no está previsto que regrese a Vigo, aunque sí tocará en setiembre en A Coruña y Leixões.