La sostenibilidad como prioridad estratégica e ineludible para las empresas y las instituciones públicas y la vía principal para mejorar la calidad de vida de las generaciones actuales y asegurar el futuro del planeta. Es la frase que resume la mesa de debate RSC: Hacia un verdadero desarrollo sostenible, organizada por FARO DE VIGO en la nueva sede institucional de la Universidad de Vigo (UVigo), en la Praza do Berbés. La periodista Sandra Penelas se encargó de moderar la conversación, en la que participaron Jacobo Porteiro, director del área de Sostenibilidad de la UVigo; María Sande, jefa de comunicación de Coca-Cola Europacific Partners en la región Noroeste de España; e Ignacio Rodríguez, director de Fondos europeos y Sostenibilidad en Banco Sabadell Gallego.

En la intervención inicial, Jacobo Porteiro destacó que la UVigo “lleva años trabajando en la sostenibilidad en todos sus aspectos”. “Es un término cada vez más amplio. Debo mencionar que, en el Plan estratégico que aprobó la Universidad de Vigo hace menos de un año, los 29 objetivos estratégicos se asociaron a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. La UVigo hace el ejercicio de orientar todas sus acciones a la sostenibilidad en su sentido más amplio”, apuntó antes de citar acciones concretas: instalación de paneles fotovoltaicos para la mejora de la eficiencia energética, iluminación de bajo consumo, una red de geotermia en el campus de Ourense o la calefacción de distrito en el campus de Pontevedra. “Son instalaciones ambiciosas que ya están funcionando. Suponen una reducción anual de la huella de carbono de 1.800 toneladas de CO2, el 8,3% del total de nuestra huella de carbono”, apostilló.

María Sande defendió que el concepto de sostenibilidad “abarca algo más que la sostenibilidad medioambiental”. “También debe ser social y de tipo económico”, explicó, a la vez que concretó que, para elaborar la estrategia de sostenibilidad, su empresa realizó hace cuatro años una investigación encuestando a más de 12.000 personas a nivel europeo, desde consumidores, clientes, empleados o periodistas a accionistas, para, de esta forma, ayudar a decidir qué era lo que esperaban de Coca-Cola a nivel de sostenibilidad. “A raíz de esto, hemos elaborado nuestra estrategia de sostenibilidad en base a seis ejes muy relacionados con la marca y los procesos de fabricación: bebidas, envases, cadena de suministro, agua, sociedad y clima”, enumeró.

Sande apuntó que, recientemente, la empresa se ha marcado objetivos “más ambiciosos” en el apartado de la sostenibilidad: “En 2040, queremos que la huella de carbono sea 0, con un objetivo intermedio en el año 2030 de reducirla un 30%. De entrada, hay una inversión de 250 millones de euros para conseguir esto y toda una declaración de intenciones: el bonus de los altos directivos está ligado a la consecución de este propósito. Aplicaremos toda la tecnología necesaria para reducir lo máximo posible la huella de carbono y, cuando no podamos reducirla más, será cuando compensemos con el compromiso de que esta compensación será temporal. En el momento en el que haya tecnología que nos permita avanzar en la reducción, volveremos a adaptarla”, indicó.

Un concepto que va más allá del medioambiente 

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas plantea 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) con 169 metas de carácter integrado e indivisible que abarcan las esferas económica, social y ambiental.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible son una llamada a la acción a todos los países para erradicar la pobreza, proteger el planeta y garantizar la paz y la prosperidad. Algunos de ellos: asegurar el acceso a energías asequibles, fiables, sostenibles y modernas para todos; reducir las desigualdades; y tomar medidas urgentes para combatir el cambio climático.

Por su parte, Ignacio Rodríguez dejó claro que, para el Banco Sabadell Gallego, es fundamental la sostenibilidad. “Retos como el cambio climático o la lucha contra la desigualdad debemos abordarlos a un ritmo sin precedentes. Uno de nuestros compromisos es acompañar a los clientes en el proceso de transición hacia una economía más sostenible, lo que representa una responsabilidad y una gran oportunidad”, argumentó antes de indicar que la entidad “va incorporando la sostenibilidad” en su modelo de negocio “de forma transversal”: “La hemos materializado dentro del Plan de finanzas sostenibles, aprobado por el consejo de administración. Detectamos cada vez más que la gente acude más sensibilizada con la mejora de la calidad de vida a través de una vivienda sostenible o un coche que contamina menos. Los bancos debemos adaptarnos a los clientes de forma permanente. Se trata de ser más eficientes, y eso solo se logra apostando por el talento, la innovación y la digitalización”, manifestó.

Algunas de las acciones concretas que citó Rodríguez: Sabadell eliminó “el 80% de los plásticos” que utilizaba y “redujo el uso del papel usando sistemas digitales para la captura de firmas de contratos”, lo que evita imprimir cientos y cientos de folios, o “digitalizando los comprobantes de los clientes”. “El 99% de la energía eléctrica que se consume es de origen renovable, por lo que se minimiza casi al 100% el nivel de emisiones. Esto se refuerza con la instalación de placas fotovoltaicas. A nivel financiero, se ha creado un marco de bonos relacionados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible con total éxito de demanda y se ha puesto en marcha una Dirección de sostenibilidad y un Comité de sostenibilidad que sigue las iniciativas sostenibles. A nivel social, el banco contribuye con asesoramiento a colectivos vulnerables”, indicó.

Formar y sensibilizar

Dos aspectos capitales en los que se centró el debate fueron la formación y la sensibilización como caminos para lograr que la sostenibilidad ocupe el lugar que se merece de forma progresiva. Jacobo Porteiro expuso el papel de la UVigo en este campo, “en el que debe servir de ejemplo”. “Los alumnos tienen que salir formados académicamente, pero también en otros valores, en materias que van más allá de su mera formación. Es clave que la Universidad impulse proyectos sostenibles aunque la rentabilidad económica no sea inmediata. Esos alumnos, al salir de la Universidad, desempeñarán funciones y llevarán los valores hacia las industrias en las que trabajen”, añadió.

También Coca-Cola centra sus esfuerzos en el fomento de la sostenibilidad. María Sande desgranó las claves de la iniciativa Hostelería por el clima, a la que se han sumado un millar de establecimientos en España –casi medio centenar en Galicia–, cuyo objetivo es poner en valor acciones particulares en la lucha contra el cambio climático. La multinacional se encarga de aconsejar a los profesionales del sector y dar visibilidad a estos gestos para generar un efecto dominó. Otro programa que citó Sande en esta misma línea fue Mares circulares: con cerca de 100 entidades involucradas, persigue la limpieza de playas y entornos acuáticos, el fomento del reciclaje y la búsqueda de soluciones a largo plazo. “Además, apoyamos estudios científicos y premiamos a startups”, completó.

El Banco Sabadell sigue los mismos pasos ya descritos por los representantes de la UVigo y Coca-Cola. Ignacio Rodríguez detalló que la entidad organiza webinarios de formación y se entrevista una vez al año con sus clientes para intercambiar opiniones. “Se ha creado un cuestionario de sostenibilidad en el que preguntamos qué han hecho hasta ahora en este campo y qué piensan hacer y buscamos cómo ayudarles. Sirve para empresas que no han llegado a los mínimos o no se han dado cuenta de hacia dónde va la sociedad. Les explicamos nuestra visión”, aseveró.

“La apuesta debe ser real, no un maquillaje”

Jacobo Porteiro - Director del área de Sostenibilidad de la UVigo

Jacobo Porteiro

“Es hacer trampas al solitario”. Así explicó Jacobo Porteiro la actitud de empresas e instituciones que realizan acciones de ecolavado, también llamado greenwashing: que la apuesta por la sostenibilidad “no sea real, sino ficticia o contable”.

“Ocurre cuando, en lugar de hacer ese esfuerzo por la sostenibilidad, se realiza para maquillar las cuentas a la hora de declarar consumos energéticos o de agua o se segrega parte de la actividad económica a un tercero para que no contabilice y se declara libre de emisiones de CO2. Es engañarnos a nosotros mismos”, advirtió antes de sugerir a las administraciones que vigilen este tipo de actuaciones, así como el destino real de los fondos europeos de recuperación destinados a potenciar la sostenibilidad.

Porteiro también comentó en el debate la importancia de adaptarse a las circunstancias a la hora de apostar por la sostenibilidad. Puso como ejemplos los diferentes campus con los que cuenta la UVigo y su relación con la movilidad sostenible. El de As Lagoas-Marcosende –conocido como Cuvi– es rural, a más de 10 kilómetros del centro de la ciudad, a diferencia de las sedes de Torrecedeira, Ourense o Pontevedra, lo que implica un mayor uso del vehículo. “La huella de carbono asociada a cada usuario de As Lagoas-Marcosende es mayor que en el resto. Esa diferencia se debe al transporte: a As Lagoas-Marcosende, acceden a diario unos 3.000 vehículos particulares y 25 autobuses, que hacen 150 trayectos. Debería haber más frecuencia de autobuses; nosotros fomentamos que los usuarios compartan coche”, anotó.

“No queda tiempo. Hay que tomar las medidas ya”

María Sande - Jefa de comunicación de Coca-Cola Europacific Partners en la región Noroeste

María Sande

Uno de los mensajes más contundentes que se escucharon durante la mesa de debate lo lanzó María Sande: “Somos la primera generación que sufre las consecuencias del cambio climático y la última que podemos hacer algo. No queda tiempo. Hay que tomar las medidas ya”.

La representante de Coca-Cola afirmó que la sostenibilidad es “el segundo tema más relevante” para la empresa. “Queremos que el 100% de nuestros ingredientes provengan de agricultura sostenible; ya lo estamos consiguiendo con el azúcar, con el papel y con la pulpa de papel”, anotó antes de citar más metas: “Uno de los objetivos, de los más relevantes, es reducir el material virgen que utilizamos en los envases. Otro objetivo: reducir embalajes y envases innecesarios; nuestro compromiso es recoger un envase por cada envase que ponemos en el mercado”.

Sande defendió que el 99,7% de los envases son reciclados: “Nuestro objetivo es el 100%”. También señaló que la multinacional trabaja en la innovación para potenciar la sostenibilidad: “Tenemos prototipos de botellas de papel y de otras realizadas con un 30% de plástico recogido de residuos en los fondos marinos o con el 30% de origen vegetal”.

La representante de Coca-Cola detalló que, en las fábricas, el 100% de la energía “es verde y renovable”. “También trabajamos en reducir el consumo de agua: el objetivo en 2025 es un 20% y ya estamos en un 16,7%. Además, realizamos pruebas de nuevas vías de entrega y transporte: ya llevamos los productos de Madrid a Valencia en tren”, explicó.

“Los fondos europeos suponen una oportunidad única”

Ignacio Rodríguez - Director de Fondos europeos y Sostenibilidad en Banco Sabadell Gallego

Ignacio Rodríguez.

Ignacio Rodríguez puso el foco en la relevancia de los fondos europeos de recuperación Next Generation EU, que supondrán “una oportunidad única para cambiar la forma de operar de todos los actores del mercado”. “Después de Italia, España es el país que más fondos va a recibir: 140.000 millones de euros. El reto es importantísimo porque se trata de modificar su economía. A la transición ecológica, se destina el 40% de los fondos; el 28% va para transformación digital”, citó.

Rodríguez apuntó la importancia de aprovechar esta ocasión para “remontar” y que España se ponga “a la altura de los países que están a la cabeza de la sostenibilidad”: “También hay una partida destinada a las administraciones públicas para digitalizacion y sostenibilidad; la idea es que cada euro se complemente con 2 o 3 de fondos privados o públicos”.

El representante de Banco Sabadell expuso que la sostenibilidad “ha venido para quedarse”, pero “no se logrará todo en dos días”: “Llevará muchos años. Se tiene que interiorizar en la filosofía de cada empresa y que se tenga en cuenta en todas las decisiones que se tomen. La empresa que no lo haga quedará atrás en la carrera del crecimiento. No es un tema de foto, sino económico: repercutirá en las cuentas”.

Ignacio Rodríguez aseguró que apostar por la sostenibilidad es “un reto ineludible que puede generar nuevos empleos y oportunidades”. Es un factor que, según concretó, “aparece en todas las lineas de negocio” de la entidad bancaria: “Las hipotecas de viviendas con calificación energética A o el renting de vehículos híbridos y eléctricos se benefician de tarifas especiales”.