Llegaron de Oriente y desde hace más de doscientos años constituyen una de las especies más emblemáticas de los mejores jardines gallegos. Su belleza las ha convertido en un atractivo turístico y en protagonistas de rutas especializadas. Y gracias a este destacado valor ornamental, nuestra comunidad es el principal productor en España, con más de un millón de plantas al año. Pero la camelia también atesora un destacado potencial aún por explorar como fuente de antioxidantes para la industria alimentaria.

La investigadora de la UVigo Antía González Pereira rastrea estas prometedoras propiedades en muestras cultivadas en su propio jardín familiar de Lavadores. “Las camelias siempre me encantaron y en casa plantamos como afición distintas variedades. Por eso propuse utilizarlas como matriz. Todavía estamos en las primeras fases del proyecto, pero parece que tienen grandes capacidades antioxidantes. Utilizarlas en alimentación supondría revalorizar un recurso muy importante que tenemos en Galicia, donde las condiciones del suelo son las idóneas, y que ahora mismo solo se utiliza de forma ornamental”, destaca.

La investigadora Antía González Pereira FDV

Su estudio se centra en ocho variedades, rosas y blancas, de la camelia japónica: “Se cree que en el mundo hay más de 2.000 variedades distintas. Nosotros utilizamos plantas tradicionalmente presentes en Galicia y algunas de China. La flor apenas se conserva una vez que se retira del árbol y es una matriz muy delicada. Por eso la liofilizamos para poder trabajar con ella”.

La investigación constituye la tesis de Antía González en el seno del grupo de Investigaciones Agroambientales y Alimentarias y está dirigida por Jesús Simal y Miguel Prieto. Ella forma parte del equipo que trabaja en los laboratorios de Citexvi y realiza sus análisis entre el campus de Vigo y el Instituto Tecnológico de Braganza, donde realizó una estancia hace unos años.

Extractos de camelia.

Extractos de camelia. FDV

“Hay otras especies de camelia, sobre todo, en China, dedicadas a la elaboración de té y aceites. Nosotros estamos probando si las de aquí también pueden tener otros usos. A día de hoy, apenas existen estudios sobre la camelia japónica”, apunta González.

“Nos gustaría utilizar los componentes que extraemos como sustitutivos de los aditivos de alimentos, que generan tanta controversia por sus posibles efectos perjudiciales. Al ser una matriz natural no solo se contrarrestarían estos efectos, sino que podrían tener beneficios para la salud”, explica.

Proceso de extracción de los compuestos FDV

Y es que es posible que las sustancias obtenidas de la camelia también tengan propiedades antimicrobianas y antitumorales. “Todavía no tenemos resultados. Estamos estudiando qué actividades tienen y después decidiremos qué producto puede ser el más idóneo para la aplicación de estos extractos. Otra compañera, Catarina López, está estudiando posibles aplicaciones en cosmética”, comenta.

Compuestos obtenidos de camelia FDV

Antía González presentó un resumen de su trabajo en el V Simposio sobre Fitoquímicos en Medicina y Alimentación, organizado virtualmente a principios de mes por las universidades de Nanchang (China) y Vigo. Y la semana pasada pronunció una charla dentro del encuentro de la Sociedad Portuguesa de Química.