La aportación de las aguas subterráneas a los océanos es un reciente campo de estudio, pero ya es considerada incluso más importante que la de los ríos. El Laboratorio de Geoquímica Orgánica del IIM-CSIC participa desde 2017 en un proyecto coordinado por el Trinity College de Dublín que analiza de forma pionera estos flujos y ecosistemas de mezcla en la Ría de Vigo. La iniciativa Subacid está liderada por el investigador ponteareano Severino P. Ibánhez desde 2017 y está financiada por la UE y el Gobierno de Irlanda.

A punto de concluir los estudios, los expertos han constatado la existencia de estuarios subterráneos en la Ría de Vigo y estimado que entre un 9 y un 23% de las cantidades de agua dulce provienen de flujos subterráneos. Ambos resultados se han dado a conocer en sendos artículos publicados en las revistas Frontiers in Marine Science y Limmonology and Oceanography.

El proyecto Subacid analiza los efectos de las aguas subterráneas sobre el fenómeno de la acidificación de los océanos –bajada del Ph originada por la absorción del CO2 antropogénico–, así como en la composición química de las aguas costeras superficiales.

La elección de la Ría de Vigo se debe a sus semejanzas con algunas regiones costeras irlandesas, así como a la importancia ambiental, social y económica del marisqueo y el cultivo de bivalvos.

A lo largo de estos años, el equipo ha podido demostrar, utilizando técnicas pioneras del Trinity College, que entre el 9 y el 23% de los aportes de agua dulce de la Ría de Vigo tienen su origen en las descargas subterráneas. Y, dado que su composición es muy distinta a la de los ríos, este flujo puede ser una fuente importante de nutrientes pero también de contaminantes que no ha sido estudiada hasta el momento.

Estas descargas de agua dulce tienen lugar en los arenales. “El agua de mar se infiltra en la playa y en su interior se desarrolla una región oculta de mezcla que se conoce como estuario subterráneo”, explica Ibánhez.

Los investigadores de Subacid, con la colaboración del grupo de Oceanografía Biológica de la Universidad de Vigo, han descrito por primera vez la existencia de dos de estos estuarios en A Ladeira y Panxón, así como la elevada capacidad filtradora de estos ambientes ocultos, capaces de disminuir significativamente la cantidad de fertilizantes originados por la actividad humana en tierra antes de su descarga hacia la costa.

Esto se debe a la elevada diversidad microbiana en estos ambientes, superior a la que existe en los terrestres y marinos que los conforman.

El estudio de estos ambientes de mezcla es complejo y requiere un abordaje multidisciplinar. Pero tiene un gran interés puesto que estos ecosistemas subterráneos pueden ayudar a la productividad costera, aportando nutrientes, pero también provocar efectos nocivos como la eutrofización y la proliferación de algas tóxicas.

Colaboración en un estudio similar en Cíes

Un equipo liderado por el Instituto de Ciencias del Mar-CSIC de Cataluña ha conseguido financiación de la Red de Parques Nacionales para investigar las aguas profundas de Cíes y determinar la diversidad microbiana y los procesos biogeoquímicos que originan estos intercambios en la zona costera del archipiélago. Se trata del primer proyecto que analiza las aguas subterráneas dentro de un parque nacional en España y los investigadores catalanes han recurrido a la experiencia de Severino P. Ibánhez y de Xosé Antón Álvarez Salgado, responsable del Laboratorio de Geoquímica Orgánica del Instituto de Investigaciones Marinas-CSIC. También colabora Eva Teira, del grupo de Oceanografía Biológica de la Universidad de Vigo. De hecho, los tres grupos tienen un largo historial d trabajos conjuntos. El proyecto de aguas profundas está liderado por Josep M. Gasol, profesor de investigación en el grupo de Ecología de Microorganismos Marinos del ICM-CSIC y también se desarrollará en los parques de Cabrera y Timanfaya durante tres años.