“El giro del hospital que quería Ribera Salud se empezó a dar justo después del verano y, en este momento, podemos decir que ya hemos hecho la parte más importante de los cambios de funcionamiento del hospital”. Así se expresa el anestesista mondaricense Rafael Cabadas, que quince días antes del primer estado de alarma asumió la dirección asistencial de Povisa y en el que el gigante hospitalario acaba de confiar para asumir ahora la Gerencia, un año y medio después de su compra. Entre los deberes que le ha puesto es conseguir que todas sus habitaciones sean individuales.

¿Y cuál es el giro que quería Ribera Salud? “Ser un hospital eficiente, que cumple con los estándares de calidad”, destaca el doctor Cabadas y detalla que ahora se comparan con otros centros y si sus resultados iniciales eran “aceptables para la media de los españoles”, asegura que a día de hoy están “en la media de los mejores” en indicadores como la eficiencia en ambulatorización de cirugías o en estancias de hospital, complicaciones, readmisiones, mortalidad... Cuenta que han conseguido dar este salto en menos de un año por la “implicación” de “unos profesionales muy buenos” que aplican las nuevas indicaciones. ¿Y en qué línea van estas? Por ejemplo, según expone, en la creación de una unidad del paciente crónico complejo, con enfermeras gestoras de casos que llevan un mayor control sobre el usuario en su domicilio para evitar descompensaciones y, con ello, reingresos. “Si se descompensa viene, pero no en un estadío avanzado y el tiempo de ingreso es menor”.

Además de reducir riesgos para el paciente, se ahorran costes de hospitalización y “le viene bien a todo el sistema sanitario”, resalta. “Lo primero que tenemos que ser es eficientes porque tenemos que pensar que los recursos no son ilimitados y tenemos que dar la mejor atención a la población”, defiende. En esta línea de reducción de ingresos, está el objetivo de que todas las habitaciones sean individuales. Ya tienen dos tercios de ellas. “Lo primero es que los pacientes tengan intimidad, es humanización”, subraya.

La modernización de las habitaciones es una de las inversiones que espera en un futuro, una vez finalizadas las obras de creación de “una entrada moderna” sin escaleras y las de adaptación de las instalaciones para el nuevo acelerador lineal y el PET-TAC.

El doctor Cabadas avanza que entre los planes futuros para el hospital están trabajando en la creación de un servicio de Cirugía Cardíaca, que no existe en Povisa. Los usuarios a los que atienden dentro del sistema público son derivados al Chuvi si necesitan esta atención. “El paciente Sergas seguirá haciéndose en el Álvaro Cunqueiro, eso no está en discusión de ninguna manera. Aquellos pacientes de compañías que quieran operarse aquí, van a poder”, aclara. También quieren “potenciar la cirugía pediátrica, la traumatología infantil...” Recuerda que “Vigo no tiene en la privada servicios en estas áreas” de atención a niños.

El nuevo gerente de Povisa no considera que con esto se esté fortaleciendo “el área privada del hospital como tal”. “Potenciaríamos el hospital, pero nuestro concierto nos permite lo que nos permite, no queremos entrar en colisión con el Cunqueiro” indica y añade: “Sí vamos a abrir oferta asistencial para la ciudad y si la sanidad pública, en algún momento, necesita esos servicios, está abierto”.

Povisa asume la atención hospitalaria de alrededor del 23% de la población del área. El último convenio cambió esta relación introduciendo el pago por tarjeta adscrita y la posibilidad de que usuarios escojan hospital. Con este sistema, el centro de la calle Salamanca ha perdido pacientes públicos y no alcanza la cifra máxima fijada por Sanidade. “Es cierto que no ha funcionado bien, yo llevo aquí 20 años, ha habido problemas económicos”, admite el gerente en referencia al último acuerdo, que caduca en 2022, pero tiene otros dos años de prórroga. Insiste en que “la sintonía en estos momentos con el Sergas es buena hay un concierto que tenemos que cumplir”. Asegura que aún no han empezado a negociar el nuevo y ni siquiera “es algo que ha estado encima de la mesa de Dirección” con una pandemia y un cambio de rumbo en el hospital .

¿Y es un problema que la mayoría de los que se cambien a Povisa sean mayores? “A día de hoy estamos abiertos a que los pacientes vengan. Una vez que se vea el perfil de los pacientes que tenemos, no tanto la edad sino la comorbilidad, ahí es donde está lo que hay que tener en cuenta de cara a la financiación”