La Universidad podría ofertar desde el próximo otoño másteres propios que respondan de manera ágil a las demandas formativas del entorno. La institución trabaja en varias propuestas y aspira a captar alumnos de otras comunidades y de Iberoamérica con un catálogo “dinámico” que se integrará en la nueva Escola Aberta de Formación Permanente, cuya presentación oficial tuvo ayer lugar en el campus.
El rector Manuel Reigosa explicó que, al contrario de los másteres oficiales, estos títulos propios, que ya se imparten en Santiago y A Coruña, tienen una tramitación mucho más rápida, ya que solo deben ser evaluados por la propia institución, lo que les permite adaptarse a las necesidades de la sociedad. “Pueden ser precisos durante un número de años y después ya no tienen por qué continuar. Estamos trabajando en más de uno y serán abiertos, con una mezcla de métodos docentes. Muchos estará abiertos a Iberoamérica y otros países, así como a alumnos de otras comunidades”, explicó.
La directora de la Escola Aberta, la profesora María José Moure, ratificó que varios grupos de profesores trabajan en estos momentos en su elaboración: “Hay un interés muy grande por parte de la comunidad universitaria”. También el vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado, Manuel Ramos, se refirió a la “demanda” existente y que los primeros títulos podrían empezar el próximo octubre, una vez que se apruebe la actualización de la normativa de la UVigo, que hasta ahora no los permitía.
Además de los másteres propios, la Escola Aberta de Formación Permanente, que ya cuenta con su propia web eafp.uvigo.gal, agrupará títulos propios de experto y especialista, como los de traducción de videojuegos y termalismo y SPA; cursos de formación e innovación para los docentes; el Programa de Mayores; y los cursos de formación masiva y gratuita (MOOC), entre otros, el de Estudios Hispánicos en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada del profesor Jesús González Maestro.
La formación continua será vital
María José Moure, docente de la Escuela de Ingeniería de Telecomunicación, destacó que la formación continua será vital para poder afrontar los procesos de digitalización y la transición ecológica. Y además se buscará que la escuela sea abierta, flexible para adaptarse a la realidad de los alumnos y conectada con su entorno. De hecho, buscará colaboraciones con expertos externos, empresas, otras universidades y colegios profesionales, entre otros.
Además, la web de la escuela dispone de un apartado específico para que estudiantes, profesores o profesionales demanden o planteen nuevos títulos. Y también las propias empresas podrán acudir a la Universidad para solicitar formaciones específicas.
La creación del centro fue aprobada por el Claustro el pasado octubre y el rector expresó ayer su “enorme satisfacción”, porque supone una “ventana abierta al futuro”. Recordó que era una de las promesas incluidas en su programa electoral para ofrecer a la sociedad una oferta de títulos propios coordinada, de calidad y adatada a la demanda.
La formación permanente, el reciclaje de conocimientos o las competencias transversales tienen un papel “cada vez más importante”, subrayó Manuel Reigosa. Y la Universidad debe “acompañar” a sus egresados a lo largo de su carrera profesional para que se puedan adaptar a una sociedad “cambiante, con tecnologías cada vez más complejas y en un mercado de trabajo también muy cambiante”.
Doble vía para la mudanza al centro: respaldo mayoritario de centros y encuestas
El equipo rectoral recabó hasta la semana pasada unas dos mil encuestas a egresados y casi un millar de estudiantes de Secundaria. Los resultados están siendo tratados en estos momentos por el servicio de Calidad y serán trasladados con carácter informativo a los centros del campus implicados en una posible mudanza al centro de la ciudad.
Desde esta semana, los alumnos y trabajadores de estas escuelas y facultades también pueden participar en la gran encuesta abierta por el gobierno universitario para expresar su opinión sobre el movimiento de titulaciones a Vigo.
“Ahora mismo está en marcha la consulta más importante. Además de dar voz a todas las juntas de centro, como figura en nuestra hoja de ruta, también podrán decir todos los alumnos, PDI y PAS implicados si les parece importante o no que su titulación de grado o cualquier otra se mueva”, explicó Reigosa.
En todo caso, será necesario el respaldo mayoritario de las juntas de centro –donde hay representantes de los tres sectores universitarios– y de las encuestas para que la mudanza se eleve a los órganos de gobierno. “Tenemos esta doble vía, es un proceso bastante garantista”, expresó.
De esta forma, si las encuestas apoyan el traslado, pero la junta de centro lo rechaza, la posibilidad no será considerada. Y viceversa. Este doble apoyo es “condición necesaria” y después será el equipo rectoral el que valore “las posibilidades económicas de ese movimiento”.
“Esperamos poder tener acabado el proceso en unos meses y tener más claros los movimientos concretos que necesitamos o que son buenos para la Universidad”, añadió el rector.
Reigosa recordó que la reubicación de títulos forma parte del objetivo 12 del Plan Estratégico 2021-26. “Hay una querencia manifestada de forma unánime para que haya más presencia en la ciudad de Vigo”.
Por ahora, las “posibilidades” para un traslado pasan por los tres edificios de López Mora, que podrían permitir reubicar y ampliar el servicio de la actual biblioteca de Torrecedeira, así como acoger “varios másteres e incluso un título de grado”, tal y como figura en el texto de la encuesta. También se plantea utilizar la ETEA para docencia y añadir al Faraday, cuya titularidad ya pertenece a la Universidad, los edificios Siemens y Morse, que pertenecen a Zona Franca y Xunta, respectivamente.
Plataforma en contra integrada por más de 600 alumnos y trabajadores
La encuesta, cuyo contenido fue acordado en una comisión de miembros de Claustro, permanecerá activa durante dos semanas. Pero a través de las listas de correo internas se ha lanzado un comunicado en el que las voces críticas con el traslado critican el sondeo por falta de transparencia y ” de rigor científico” y animan a no contestar la encuesta.
La plataforma contraria al traslado, que ya integran más de 600 alumnos y trabajadores, entre ellos, 60 catedráticos, exrectores y responsables de centros, ha hecho público el manifiesto en el que instan al gobierno a paralizar el proyecto, que no está avalado “por un estudio detallado de necesidades reales de la Universidad”.
Advierten que su “elevado coste” pondría “en riesgo” la sostenibilidad financiera” de la instiución, y piden que se inicie “un debate sosegado y sustentando en estudios técnicos, que permita diseñar la mejor estrategia para fortalecer las relaciones de la UVigo con su área de influencia y dar respuesta a los desafíos” de los próximos años.
