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Pedaladas para lograr el Princesa de Asturias de la Concordia

"Es una alegría inmensa"

"Es una alegría inmensa" Marta G. Brea

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"Es una alegría inmensa" Carlos Ponce

La historia de DisCamino empieza en agosto de 2009 cuando Gerardo Fernández, un muchacho sordo-ciego de Vigo, hizo su primer Camino de Santiago pedaleando sobre un Copilot, un triciclo tándem de origen holandés que un particular decidió donar para que pudiera cumplir su sueño. Una vez en la plaza del Obradoiro, cuando la ruta había llegado a su fin y los que habían acompañado a aquel entusiasta “peregrino aventurero” se felicitaban por haberla terminado sin percances, Gerardo pronunció unas palabras que lo cambiarían todo: “Javier, busca a más personas con problemas como yo para hacer el Camino muchos años”. Esta petición realizada a Javier Pitillas, sargento de la Policía Local de Vigo, atleta de éxito y formador de futuros agentes, fructificó en la asociación Discamino, una organización que ayuda a personas con discapacidad a peregrinar hacia Santiago. En aquel momento de 2009 en que Gerardo cumplió su sueño nadie imaginaba que Discamino se iba a convertir en lo que es hoy: una de las entidades de más calado social de toda España. Por eso la Xunta de Galicia y la Orden del Camino de Santiago han propuesto a Javier Pitillas, y por ende a Discamino, para la concesión del Premio Princesa de Asturias de la Concordia. “El hecho de que hayan pensado en nosotros para este galardón es un motivo de orgullo. Al principio esto iba a ser solo una aventura y ahora este premio es para todos, para los que formamos parte de esta asociación, los pilotos, los copilotos, los familiares. Para todos”, afirma Javier Pitillas, que no quiere personalizar en sí mismo la candidatura sino en el conjunto de la entidad, formada actualmente por más de treinta pilotos y ochenta personas que salen semanalmente en bicicleta a entrenar. Desde el inicio de la aventura, en 2009, ya han sido más de trescientas las personas con algún tipo de discapacidad que han logrado completar la peregrinación a Santiago gracias a Discamino.

Los premios Princesa de Asturias a la concordia premian a aquella persona o institución cuya labor haya contribuido de forma ejemplar y relevante al entendimiento y a la convivencia en paz entre los seres humanos, a la lucha contra la injusticia, la pobreza, la enfermedad, la ignorancia o a la defensa de la libertad, o que haya abierto nuevos horizontes al conocimiento o se haya destacado, también de manera extraordinaria, en la conservación y protección del patrimonio de la humanidad. Si finalmente su candidatura es la vencedora, Discamino sucedería en el premio nada más y nada menos que al personal sanitario que trabaja en primera línea contra el COVID y que recibió el galardón el año pasado.

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El largo camino solidario del vigués Javier Pitillas, en imágenes R. V.

Pero no sería el primer encuentro que los integrantes de Discamino tendrían con Zarzuela. En 2019 Javier Pitillas y Gerardo Fernández fueron recibidos junto a otras cien personas y entidades galardonadas por Cadena 100. El abrazo de Gerardo con la reina Letizia por aquel entonces no tuvo nada de protocolario. Fue sincero y espontáneo, como siempre ha sido este vigués que saltó a la palestra en 2009 tras hacer el Camino de Santiago pese a ser sordo-ciego y romper todas las barreras.

"Nos ayudará a dar visibilidad al proyecto"

Javier Pitillas es consciente de la responsabilidad de que la asociación que él y Gerardo representan sea propuesta por la Xunta de Galicia en la carrera a los premio Princesa de Asturias de la Concordia. “Pero también nos ayudará a dar visibilidad a este proyecto, que más gente nos conozca para que otras personas con alguna discapacidad puedan participar en esta iniciativa y peregrinar hacia Santiago”, afirma el policía y atleta. Y es que desde 2009 han sido muchos los caminos que suma este proyecto; también con personas con discapacidad de otras comunidades, e incluso de otros países, como es el caso de Juan Sebastián, joven colombiano con parálisis cerebral; Roberto, un sordo-ciego de Burgos, o Antonio, un niño cordobés de 13 años también con parálisis cerebral. Una de las incorporaciones de los últimos años fue la de Fani Pérez, que en un Club FARO en el que integrantes de Discamino narraron su experiencia aseguró que antes de que Javier Pitillas contactase con ella se pasaba el día “tirada en la cama”. “Pero empecé a entrenar y ese año hice el Camino desde Roncesvalles, trece días que me sirvieron para ver que todo es posible”, dijo esta joven, que sufre tetraparesia espástica por parálisis cerebral.

Javier Pitillas, fundador de Discamino, ayer en un entrenamiento.

La Xunta ya ha comunicado personalmente a Javier Pitillas su propuesta para recibir el premio Princesa de Asturias de la Concordia, propuesta que también fue avalada por la Orden del Camino de Santiago. Será complicado encontrar a alguien que ponga alguna pega a la candidatura de un proyecto tan original como el de Discamino, que permite a muchas personas cumplir su sueño y hacer cosas que, si no hubieran conocido a esta entidad, a lo mejor pensaban que eran imposibles.

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