Jules Gabriel Verne nació en Nantes, tal día como hoy de 1828. Escritor, poeta, y dramaturgo francés fue célebre por sus novelas de aventuras y por ser pionero en el género de la ciencia ficción. Una de sus grandes obras de la literatura universal, "Veinte mil leguas de viaje submarino" -publicada en 1869-, le unió para siempre a la ciudad de Vigo, al plasmar en negro sobre blanco una de las aventuras del Nautilus, surcando su ría.

Julio Verne escribió sobre Vigo y estuvo en la ciudad.

Es quizá el episodio más importante de la novela, el octavo de la segunda parte de la obra, en el que no sólo el Nautilus acude a rescatar los tesoros de la batalla de Rande sino que el capitán Nemo desvela, por fin, sus motivos de esa travesía. Este es el pasaje:

"Pues bien, en los últimos meses de 1702, los españoles aguardaban un rico convoy, al que venía dando escolta la armada francesa, con una flota de veintitrés barcos, comandados por el almirante Château-Renault…", cuenta Nemo al señor Aronnax, profesor del Museo de París, a bordo del Nautilus en calidad de prisionero. "Pues que nos encontramos precisamente en la bahía de Vigo, profesor Aronnax –me respondió el capitán Nemo– y que, si lo desea, está en su mano desentrañar sus secretos", continúa el misterioso capitán, intrigando al francés que, a través de las enormes ventanas del submarino, observa fascinado el ir y venir de los hombres de negro, cargando las monedas de oro y plata, las cajas y toneles desvencijados, los tesoros de los barcos españoles que terminaron hundidos en esta rada de Vigo, en vez de en Cádiz, para que los ingleses no se hicieran con el botín procedente de las Américas."

El pasaje de "Veinte mil leguas de viaje submarino" dedicado a la bahía de Vigo"

Pero ahí no terminó la vinculación de Verne con la ciudad olívica, ya que además de traer al capitán Nemo con su Nautilus a la costa de Vigo en su genial imaginación, el propio escritor pisó sus calles 15 años después. De ahí, los monumentos de su figura y sus personajes, erigidos en el entorno de la ciudad olívica, y en Redondela, con un conjunto escultórico que emerge entre la isla de San Simón y la playa de Cesantes.

El conjunto escultórico en la playa de Cesantes que se descubre en su totalidad cuando baja la marea. Marta G. Brea

El escritor también ha recibido homenajes en forma de exposiciones y muestras de su obra, como la que se celebró en el museo MARCO de Vigo, en 2018.

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La exposición de Julio Verne en el MARCO: "una aventura" para el visitante Faro de Vigo

Su relación traspasó el papel por primera vez el 1 de junio de 1878, a bordo del barco Saint Michel III. Entró en la ría con el único propósito de refugiarse de un temporal y, aunque se presentó de manera improvisada, se hospedó cuatro días, transcurridos los cuales partió hacia Lisboa. Por una correspondencia que mantuvo con el diputado –y su amigo– Raoul Duval se conoce que participó en la vida de la ciudad, formando parte de la procesión del Cristo de la Victoria, que él denominó “de las antorchas”.

"No podéis imaginar nada más admirable que esta bahía de Vigo"

Además, en una de esas misivas se puede observar también cómo quedó gratamente sorprendido por el entorno: “No podéis imaginar nada más admirable que esta bahía de Vigo, lago inmenso rodeado de montañas”. El segundo y último encuentro de Verne con Vigo tampoco fue novelado. El propio escritor llegó a la ciudad para solucionar un problema de la caldera del Saint Michel III (reparada por Sanjurjo Badía). Sucedió en mayo de 1884 y permaceció tres días. En sus diarios reflejó sus gastos en la ciudad. Compró carbón, agua y hasta el precio del café que tomó aparece en esos escritos.

Hoy, Julio Verne, cumpliría 193 años, y aunque no ostenta el título oficial, para muchos ya es considerado como hijo adoptivo de la ciudad de Vigo, por su labor de embajador tanto literaria como personal.