Una fuga que se está alargando demasiado y que ya empieza a tener consecuencias judiciales. Hace tres años, los hermanos Manuel y Alfredo José Hermida Rodríguez decidieron poner tierra de por medio cuando su ingreso en prisión era inevitable e inminente. Condenados por delitos contra la Hacienda Pública y pendientes de juicio por un presunto fraude a la Seguridad Social y por una trama de cursos “fantasma” de formación a vigilantes de seguridad, a estos empresarios vigueses la rumorología los situó en destinos como Cuba o Marruecos, pero lo cierto es que su paradero sigue rodeado de interrogantes. Y el paso del tiempo acaba de provocar que se libren de su primera condena: un juzgado vigués ha declarado prescrita la pena de prisión contra ambos al transcurrir el plazo previsto legalmente.
El auto fue dictado esta misma semana por el Juzgado de lo Penal 2 de Vigo. La sala había emitido una sentencia condenatoria contra los hermanos por un delito de defraudación tributaria. El castigo: un año y 110 días de prisión. Pero acaba de quedar sin efecto. Las penas menos graves como esta prescriben a los cinco años, plazo que empieza a contar desde la fecha en la que la sentencia adquiere firmeza. En este caso esto ocurrió el 27 de enero de 2016, por lo que la prescripción se produjo hace solo unos días. En su resolución la magistrada, además de declarar caducada la pena, deja sin efecto las órdenes de busca contra los empresarios dictadas en relación con esta causa.
Hostelería
Pese a esta prescripción, Manuel y Alfredo, que en su día montaron en Vigo todo un entramado de empresas de los sectores de la hostelería, la vigilancia y la construcción, aún tienen bastantes cuentas pendientes con la Justicia y más requisitorias de búsqueda y captura en vigor contra ellos. Y es que además de los casos ya sentenciados, cuando se escaparon había otros procedimientos que todavía estaban en plena instrucción judicial: una causa más contra la Hacienda Pública, la del presunto fraude de casi un millón de euros a la Seguridad Social y la de los cursos a vigilantes.
Es cierto que los jueces que llevan estos casos han ido archivándolos provisionalmente en los últimos meses, aunque con la previsión de reabrirlos si los huidizos empresarios son capturados. Eso sí, si los delitos no prescriben antes. La huida de estos hermanos que gestionaban entre otros muchos negocios las populares cafeterías La Barraca fue toda una sorpresa. Hasta ahora su plan les ha salido bien.