No solo la disponibilidad de la Fiscalía y abogados influye ahora en el señalamiento de juicios. Y es que el COVID se ha convertido en una parte más en los procesos judiciales. Tanto es así que la vista para el enjuiciamiento por los 1.700 kilos incautados a bordo el remolcador “Titán III” –en el que cayeron hasta tres organizaciones gallegas– tendrá que realizarse por plazos.

La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, reservó del 23 al 26 de febrero para una primera parte del juicio, concretamente para que las partes planteen sus cuestiones previas y el interrogatorio de los 21 acusados en la causa. Fuentes próximas al caso explicaron que todo apuntaría que se aplazaría para proseguir en otras fechas con las declaraciones de los grupos policiales, testigos y peritos, evitando posiblemente y como ya se ha hecho en otros juicios, la presencia de los acusados durante el proceso.

El gran número de procesados junto al gran número de letrados a mayores de los magistrados de Sala y el representante del Ministerio Público propició que el juicio se celebre en una sala de Pontevedra para garantizar las medidas de seguridad anti-COVID.

La causa, dirigida por el magistrado del juzgado de Instrucción 4 de Vigo, Juan Carlos Carballal, estalló en verano de 2018, al interceptarse el barco entre Azores y Funchal con 1.700 kilos de cocaína. En el operativo fueron detenidas e investigadas inicialmente hasta treinta personas, entre ellas el patriarca de los Charlines y uno de sus hijos, que finalmente fueron exonerados. La Fiscalía solicita más de 220 años en penas de prisión además de multas millonarias, (más de 2.000 millones).