Las nuevas medidas y restricciones implantadas durante, al menos, las próximas tres semanas para frenar la incidencia del COVID tienen a los estudiantes universitarios como coprotagonistas.
Y es que el comienzo de las clases del segundo cuatrimestre no supondrá una vuelta a las aulas: la docencia será telemática desde el 8 de febrero hasta el día 17, como mínimo. La idea inicial contempla regresar al régimen presencial una vez pase esa fecha, sin embargo el alumnado de la UVigo no vería con malos ojos continuar con el modelo online. “No tendríamos ningún problema en afrontar el resto de curso bajo docencia digital; lo que realmente nos interesa es centrarnos y garantizar la seguridad durante el segundo cuatrimestre y creo que la Universidad de Vigo tiene soporte para ello”, reconoce Paula Gil, presidenta del Consello de Estudiantes de la institución (CEUVI).
Este órgano estudiantil ha tenido un trabajo frenético en las últimas horas debido a la decisión del Gobierno autonómico de mantener la presencialdad de los exámenes de enero correspondientes a esta primera evaluación. El alumnado de la UVigo, casi de forma unánime, se ha mostrado muy crítico ante esta determinación que califican de “incongruente” al romper con la llamada al autoconfinamiento promulgada por la propia Xunta. “Nos parece algo incomprensible, hay muchos estudiantes que no son ni viven en Vigo, que tienen que desplazarse para sus exámenes cuando las clases presenciales se suspenden . Sabemos que la Universidad está haciendo grandes esfuerzos por garantizar la seguridad pero ¿y estos desplazamientos? Los autobuses al campus van llenos, las entradas no son escalonadas...”, desgrana Daniel Couto, miembro también del Consello.
A pesar de estas reticencias a la presencialidad de las pruebas, abogan por mantener esta situación y encaminar la docencia del segundo cuatrimestre a la digitalización. “La situación sí ha generado malestar entre los estudiantes. Las diferentes delegaciones nos hemos reunido porque a todos nos preocupa que ante esta alta incidencia del virus tengamos que acudir presencialmente a los exámenes, pero también creemos que un cambio ahora sería contraproducente. Restan muy pocas pruebas, en algunas facultades terminan en próximos días. Un cambio demoraría todo el curso, empezaría otra vez más tarde e siguiente y entraríamos en un círculo que no nos interesa. Hay que pensar que el pico grande no viene de ayer y en la UVigo se ha buscado hacer todo con la mayor seguridad posible”, modera Paula Gil.
Reitera la máxima representante del alumnado de la Universidad la importancia de la seguridad para este segundo cuatrimestre, de modo que no solo abogarían por clases virtuales, sino también los exámenes. “El año pasado fue una gran prueba para la Universidad, pero en este curso sí pienso que la institución está preparada para poder ofrecer una docencia telemática, exámenes incluido”, defiende Gil, también estudiante de Ingeniería Biomédica.
Pabellón universitario
La institución académica precisó que seguirá utilizando el pabellón universitario para acoger a los alumnos cuando los centros no dispongan de espacios adecuados para poder mantener la distancia de seguridad. Los responsables de la Universidad confían en que los centros “den lo mejor de sí” para una “organización óptima” de la docencia. La institución ya contemplaba el escenario 100% on line desde principios de curso a través de su Campus Remoto, un gemelo digital que incluye aulas, despachos y salas de reunión.
Los profesores y el personal de administración y servicios podrán seguir acudiendo a sus puestos de trabajo, y tampoco será necesario tomar medidas respecto a las actividades de investigación.
Desde el 21 de septiembre de 2020, día del inicio oficial del curso hasta esta semana se habían registrado en la UVigo un total de 249 positivos por COVID entre los 20.735 integrantes de la comunidad universitaria.
