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Los vigueses pierden al año 14 horas menos en atascos en hora punta que los coruñeses

ATASCOS EN LA CALLE CORUÑA.

El pulso de una ciudad está en sus carreteras. Y en 2020, por obra y gracia del COVID, el de Vigo, al igual que el del resto de ciudades, entró en un estado casi de hibernación. El confinamiento decretado por el Gobierno en marzo llevó a que durante semanas el flujo de coches se desplomase a mínimos históricos. El puente de Rande, por ejemplo, anotaba caídas de tráfico de hasta el 90%.

A pesar de ese impacto, las estadísticas sobre movilidad de 2020 siguen arrojando lecturas interesantes, sobre todo en la comparativa entre ciudades españolas. La razón: todas han visto afectada su movilidad de una forma u otra, por la pandemia. Buen ejemplo es el estudio que acaba de publicar TomTom con datos de 25 ciudades del país. Según sus cifras, Vigo anotó el año pasado un nivel de congestión de tráfico del 13%. El porcentaje revela un descenso del 2% con respecto a 2019, pero más allá de esa caída –la tendencia es generalizada y la reducción de Vigo tampoco es la más pronunciada de España– lo que llama la atención es el lugar que ocupa el municipio en el ranking.

TomTom lo sitúa en el puesto 17º, con un porcentaje idéntico al de Zaragoza, Gijón y Valladolid. El dato coloca a Vigo prácticamente al final del ranking, que encabeza Barcelona, con un nivel de congestión del 22%, y cierra en el puesto 25 Cádiz, con un valor del 8%. El estudio se conoce en pleno caos circulatorio a causa del cierre de Lepanto, pero sus efectos (hasta octubre próximo) se conocerán dentro de un año, en el balance de 2021.

El análisis baja incluso al detalle de cuántas horas pierden los conductores de las diferentes ciudades en atascos. Vigo tampoco sale mal parada en ese estudio, sobre todo si se compara con la otra localidad gallega incluida en el informe: A Coruña.

En 2020 –siempre según los datos de TomTom– los vigueses perdieron 41 horas en circular en hora punta. En la urbe herculina fueron 55. Los autores del estudio estiman que en cada trayecto de 30 minutos realizado por las mañanas los usuarios de las carreteras de Vigo dedicaron unos cinco minutos extra en hora punta. Por la tarde fueron seis. En el caso de A Coruña por las mañanas –y también para trayectos de media hora– el tiempo extra invertido en viajes matinales fue de ocho minutos y de siete en los vespertinos.

Congestión del trafico por ciudades

El efecto del COVID se deja notar también en los colapsos. Las 41 horas que perdieron en 2020 los vigueses en sus desplazamientos en hora punta están ligeramente por debajo de las 50 que registraron en 2019. En A Coruña también se constató un retroceso durante el año del coronavirus. Si en 2020 sus conductores acumularon un saldo de tiempo perdido en atascos en horas punta de 55 horas, un año antes había sido de 66, lo que muestra un descenso considerable de 11 horas.

Entre los 25 municipios analizados por TomTom el peor parado es Barcelona. Allí el tiempo extra fue de 85 horas. Un saldo elevado, pero bastante inferior al de 2019, cuando rozó las 130 horas. El listado lo cierra la capital gaditana, con “solo” 20 horas perdidas.

Los datos de Vigo mejoran también de forma considerable a los de Oporto. Sus conductores acumularon el año pasado 110 horas de tiempo perdido en desplazamientos en horas punta. Por las mañanas la demora fue de 13 minutos por cada trayecto de media hora y por las tardes de 16.

Bajando aún más al detalle, el estudio arroja algunas pinceladas que ayudan a retratar lo que ocurrió en las calles de Vigo el año pasado. El dato más interesante es que la empresa detectó 83 jornadas “con poco tráfico”, igual que en Gijón. En A Coruña fueron 87. El dato revela que a lo largo del año pasado hubo 83 días en los que se anotó un 50% menos de congestión –como mínimo– que en la misma fecha de 2019. La inmensa mayoría se concentró entre la segunda quincena de marzo y la primer de mayo, coincidiendo con el confinamiento más duro.

En octubre, noviembre y diciembre también se anotan algunos días aislados en los que se dio ese desplome, lo que coincide también con los cierres perimetrales y restricciones. Curiosamente, el peor día de 2020 en lo que a tráfico se refiere fue el 21 de diciembre, lunes, en vísperas de las vacaciones de Navidad, cuando la congestión promedio se disparó al 30%, más del doble que la media del año. El mes con mayor número de colapsos fue enero, cuando el coronavirus sonaba aún como un problema lejano. Para rematar, el estudio advierte de cuál es el peor momento para coger el coche en la ciudad: los lunes a primera hora. Interesante es también el puesto que ocupa Vigo en el ranking global, que incluye 416 urbes de 57 países. En ese amplio catálogo, la ciudad se sitúa en la horquilla final, la integrada por municipios con un nivel de congestión inferior al 15%. Su puesto es el 355. El año anterior, el 374.

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