Plataformas digitales como el tradicional Skype o el ya popular Zoom no solo favorecieron durante la cuarentena las relaciones sociales; muchas empresas las emplearon para continuar con sus actividades. Es el caso de las autoescuelas, donde esta tendencia no ha revertido, sino todo lo contrario: el 90% de ellas ya ofrecen la formación teórica de manera telemática. “Nosotros empezamos antes de la cuarentena, pero fue entonces cuando se afianzó y está teniendo mucho éxito. La acogida de los alumnos es total”, percibe Celso Yáñez, del centro San José.
Las palabras del director de esta escuela particular de conductores de Vigo podrían suscribirse a otros muchos profesionales del sector. Así lo aprecia desde la Asociación de Autoescuelas de Pontevedra su presidente, Alberto Bugallo, quien defiende la formación telemática pero sin dejar pasar una “necesaria” presencialidad en todo lo relativo a la responsabilidad al volante. “La parte normativa se puede trabajar online, pero la concienciación, el sentido de responsabilidad es importante tratarlo presencialmente. En el 90% de autoescuelas existe la posibilidad de realizar parte de la formación online, con test o a través de plataformas concretas, pero una vez que empiezan a prepararla, necesitan consultar dudas con el profesor, un apoyo...En esa formación tiene que haber una concienciación del alumno que hay que trabajar directamente”, razona Alberto Bugallo.
Este auge de lo telemático fue el detonante de la aparición de muchas autoescuelas puramente digitalizadas. Uno de estos casos es el de Dribo, quien defiende que el modelo presencial no es “garantía de éxito”. “A excepción del examen, que es en la sede de la DGT provincial, y de las clases prácticas, el resto de la experiencia está digitalizada en una aplicación Una vez abonas las tasas de matrícula, puedes hacer todo el proceso formativo teórico, que es propio y tiene ejercicios realizados por nosotros mismos”, explica uno de sus fundadores, Enric Romero.
En Vigo, Dribo cuenta ya con más de 200 alumnos y desde hace un mes ya se pueden realizar las prácticas de conducción. Romero sostiene que todo el material está validado por profesores, a los que ante cualquier duda se le puede consultar y preguntar, mientras que la propia aplicación es la que, una vez se superen todos los módulos, permite reservar fecha de examen. “En Vigo tenemos un proceso formativo diseñado por docentes y con un índice de aprobados más elevado que la media del sector, por lo que creemos que la presencialidad no es garantía de éxito. Nosotros podemos hacer un seguimiento de todo el proceso formativo. Está el tracking, que es una serie de horas que tienes que usar la aplicación y haciendo ejercicios y es la única manera de avanzar, y a lo mejor estás en una clase una hora y no aprovechas el tiempo”, argumenta Enric Romero.
Además de este inevitable proceso de digitalización, el COVID también se dejó notar en el sector de las autoescuelas en las listas de espera para poder realizar la prácticas o acudir al examen de circulación. “No las tenemos cuantificadas, pero sí es verdad que hay más demora, hay un cierto retraso. Entre práctica y práctica, hay limpiar el vehículo y en teóricas limpiar y ventilar el aula; todo va más lento. Al igual que los distintos exámenes de la DGT. Se está haciendo un trabajo muy bueno”, valora Bugallo.