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Acuerdo histórico entre Zona Franca y Puerto ante los desafíos económicos de Vigo

El Consorcio retorna 78.000 m² de Bouzas a cambio de poder impulsar sus proyectos urbanos | La Autoridad Portuaria renuncia al relleno en la terminal Ro-Ro | Pactan un nuevo parking en As Avenidas que conecte los de A Laxe y Praza da Estrela

ista general de la campa de Bouzas que volverá a manos del Puerto de Vigo y panorámica del paseo marítimo y Montero Ríos, donde se ha ideado un nuevo parking subterráneo R. Grobas

Acuerdo histórico entre la Zona Franca y el Puerto para diseñar una hoja de ruta global y conjunta con la que hacer frente a los desafíos económicos y sociales del área de Vigo. David Regades y Enrique López Veiga suscribieron ayer un protocolo para avanzar en la mejora de la terminal Ro-Ro de Bouzas, el trampolín que utiliza la primera industria del sur de Galicia (la multinacional francesa Grupo PSA) para poner sus coches en los cinco continentes, y que a la vez allana el camino a los “proyectos de ciudad” en los que lleva meses trabajando el Consorcio en colaboración con el Concello, como la construcción de un parking subterráneo bajo los jardines de Montero Ríos para acabar de una vez con la falta de aparcamiento en el centro.

Según López Veiga, se trata de un documento “muy elaborado en el que llevamos trabajando más de un mes que equilibra los intereses de ambas partes por el bien de Vigo”, algo en lo que coincide Regades: “Es un acuerdo histórico en el momento en que más lo necesita la coyuntura socioeconómica, sumando el músculo económico e industrial de la Zona Franca a la posición geoestratégica del Puerto de Vigo; con este acuerdo fortalecemos los próximos años la economía, la logística y el empleo en Galicia y Vigo”. El alcalde también celebra el acuerdo entre dos administraciones cruciales para la economía olívica: “Una buena relación entre la ciudad y el Puerto es clave para Vigo”, remarca.

“Es un acuerdo muy elaborado que equilibra los intereses de ambas partes por el bien de Vigo”

Enrique López Veiga - Pte. del Puerto vigués

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Uno de los principales puntos de acuerdo entre ambas instituciones está en la terminal de Bouzas, una infraestructura estratégica para la industria del automóvil de toda la Eurorregión (el motor luso también exporta a través de Vigo). La Zona Franca acepta continuar con las inversiones en el polígono boucense y devolver al Puerto 78.343 m² de los 142.052 que tiene actualmente en concesión (toda la campa de vehículos ahora en manos del Consorcio y donde PSA realiza parte de su operativa logística) con el objetivo de mejorar la competitividad de factoría viguesa de automóviles, ya que el precio en tasas que puede ofrecerle el Puerto por el depósito de vehículos a la espera de embarque es menos de la mitad de lo que paga ahora a Zona Franca.

A cambio, la Autoridad Portuaria pone punto y final a las negociaciones para ampliar la concesión del consorcio, que caduca en 2024 pero para la que ya había un acuerdo previo –que no llegó a oficializarse– de extenderla a 2036, prorrogándola otros tres años, es decir, hasta 2039. A cambio, el Puerto olvida la gran ampliación prevista en la terminal –de hasta 65.000 m² con 1.300 metros de línea de atraque llegaron a plantearse, que contaba incluso con la bendición de PSA–, optando por una solución “medioambientalmente más sostenible”, aunque sí se transformará la escollera en línea de atraque con 14 metros de calado natural –lo que supone avanzar en 200 metros la alineación actual– para que puedan trabajar simultáneamente seis buques, incluso alguno con una eslora de 230 metros. Esta condición es indispensable para que Vigo no quede fuera de las rutas operadas por los nuevos Ro-Ro.

“Llega en el momento en que más lo necesita la coyuntura socioeconómica tras la pandemia”

David Regades - Delegado de Zona Franca

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“Estamos contentos de poder contribuir al proyecto de mejora del Puerto en Bouzas, que permitirá que seamos logísticamente más competitivos, y a la vez de evitar nuevos rellenos en la terminal”, apunta Regades. López Veiga coincide en que el principal cliente del Puerto, PSA, será el gran beneficiado, reforzando la competitividad y el futuro de esta industria en Vigo. De hecho, fuentes consultadas por este periódico apuntan a que el grupo francés trasladará la parte de operativa logística que ahora realiza en Bouzas a la campa de Porriño para aprovechar al máximo el espacio en la terminal para el estocaje de vehículos previo a su exportación por vía marítima.

Esta decisión da una idea del potencial de crecimiento que PSA espera tener en Vigo en los próximos años si la pandemia lo permite –el virus frustró ya este año que se batiese su récord histórico de producción, con cerca de 600.000 coches– con unos volúmenes de producción superiores al medio millón de coches al menos hasta 2022, como ya recogió este periódico. Al flujo de exportación de PSA hay que sumar el tráfico tanto de entrada como de salida que tienen otras marcas en Bouzas, como Renault, Toyota o Mercedes, que hace que a veces las más de 20.000 plazas de la terminal se queden pequeñas, como ocurre en episodios de temporales que interrumpen la evacuación en barco.

Caballero: “Una buena relación entre el Puerto y la ciudad es clave para Vigo”

Con la reversión de esos 78.343 m² de concesión, la Zona Franca se quedará en Bouzas con 75.840 m², la mayoría repartidos entre el edificio principal de oficinas, donde todavía está la sede del Consorcio, y las tres naves alquiladas que tiene en la terminal. Hay que tener en cuenta que con la compra del Rectorado e inminente traslado de la sede de Zona Franca a Areal, el edificio principal se destinará al 100% a empresas. Y que la demanda de espacio en el polígono boucense está disparada al tener categoría de recinto franco, es decir, que las empresas no pagan por la mercancía mientras permanezca allí almacenada.

Con el acuerdo sellado ayer, lo que se cae es el proyecto para construir una gran nave logística en la campa de Zona Franca, una estructura de unos 15.000 m² de superficie concebida principalmente para logística de automoción que ya tenía un presupuesto de 15,2 millones de euros, pero que no llegó a convencer de todo al que sería su principal usuario: la planta de PSA y su panel de proveedores. El Consorcio, en colaboración con Ceaga, trabaja en cambio en una central logística integrada para todo el sector que se construirá en la Plisan en Salvaterra y que ya ha captado una inversión de 4,3 millones de euros de fondos FEDER para su puesta en marcha.

Vista general de la campa de Bouzas que volverá a manos del Puerto de Vigo Ricardo Grobas

       Convenio Abrir Vigo al Mar

Otro punto de encuentro entre Zona Franca y Puerto atañe al convenio Abrir Vigo al Mar, con el que vio la luz la transformación de la fachada litoral con la firma del prestigioso arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra. Este se remonta a 1992, con un plazo de duración de 50 años y la asunción de una serie de obligaciones, algunas de carácter económico, como la financiación de las obras por parte del Consorcio y retorno posterior por compensación de la Autoridad Portuaria con tasas de concesiones en el ámbito. Según el protocolo, el compromiso financiero pendiente de liquidación por parte del Puerto aún es de 3 millones de euros, pero las partes están de acuerdo en diseñar un plan de financiación y fraccionamiento que suponga la definitiva liquidación del convenio. En dicho plan, recoge el documento, se materializará en un acuerdo en el que se tendrán en cuenta todos los créditos que las partes ostenten entre sí.

También hay acuerdo sobre la Plisan, el gran pulmón de suelo industrial del área de Vigo, que comenzó este año su comercialización y que ya tiene urbanizada la primera fase –la segunda fase estará operativa a finales de año–. Los terrenos son propiedad del Puerto (tiene la mayoría), la Xunta y la Zona Franca. En esto, el Consorcio está dispuesto a adquirir el área LE-2, cuya superficie neta son unos 30.780 m² aproximadamente, operación con la que la Autoridad Portuaria estaría conforme. La Zona Franca también está interesada en incrementar su porcentaje de participación en otras partes del macropolígono a cambio de que el puerto aumente la suya en el centro intermodal.

Duración y seguimiento

El protocolo firmado ayer tendrá una duración de cuatro años, pudiendo prorrogarse de mutuo acuerdo por periodos de un año, mediante una adenda, según explican los firmantes. Y para coordinar los acuerdos y contenidos se creará de manera inmediata una comisión de seguimiento compuesta por tres representantes de cada parte. Regades asegura que con este acuerdo se demuestra la “ventaja competitiva que tiene Vigo” por la buena sintonía que hay entre administraciones. “Juntos”, concluye, “Vigo es imparable”.

Prórroga de concesión, inversiones y terrenos

Zona Franca devolverá casi 80.000 m2 al puerto en Bouzas y se compromete a continuar con las inversiones. A cambio, se amplía la concesión hasta 2039 y se desbloquean proyectos.

No más rellenos pero sí transformar la escollera

El Puerto renuncia a realizar una gran ampliación de la terminal como estaba previsto pero sí convertirá escollera en línea de atraque para que 6 barcos puedan operar a la vez.

Fin del convenio Abrir Vigo al Mar y pagos

Ambas partes acuerdan que hay que liquidar el convenio Abrir Vigo al Mar. El Puerto debe algo más de 3 millones por obras de hace veinte años. Pactan un plan de financiación.

Prórrogas en parkings y nuevas actuaciones

El Puerto accede a ampliar

las concesiones de los parkings que el Consorcio opera por todo el frente litoral y se abre al proyecto para crear un nuevo aparcamiento en Montero Ríos.

Pacto para un nuevo parking en As Avenidas que conecte los de A Laxe y Praza da Estrela     

Panorámica del paseo marítimo y Montero Ríos, donde se ha ideado un nuevo parking subterráneo Ricardo Grobas

Otra de las vertientes del histórico acuerdo entre Zona Franca y el Puerto tiene un innegable cariz urbano. Una mayor vocación social. Ambas administraciones reflejaron por escrito su disposición a construir un nuevo aparcamiento subterráneo en la zona de Montero Ríos aprovechando que en dos de los parkings que gestiona Zona Franca en el entorno, el robotizado de A Laxe y el de Praza da Estrela, la concesión finaliza en 2025 y 2026, respectivamente. La idea plasmada es la de habilitar 11.000 metros cuadrados (m²) más de estacionamiento por debajo de los actuales jardines, y resolver así la histórica carencia de plazas de la que adolece el área del Náutico la franja de Areal y el Casco Vello.

La hoja de ruta bilateral bebe de la propuesta lanzada hace un año y medio por Zona Franca para generar 500 nuevas plazas unificando los aparcamientos de A Estrela (500) y el robotizado (184), este último actualmente cerrado para acometer una reforma que lo convierta en uno común y termine con el disparado coste de su mantenimiento. Ahora, ambas partes se comprometen a realizar las “gestiones necesarias” para que el nuevo aparcamiento se haga realidad y se agrupen “los tres espacios concesionales bajo un único título y en un único plazo”.

El del nuevo aparcamiento es además uno de los pilares que equilibra el convenio entre instituciones. Dado que el Puerto asume 78.000 m² de la terminal Ro-Ro de Bouzas hasta ahora a cargo de Zona Franca, será el Consorcio estatal quien obtenga una nueva fuente de ingresos asumiendo la concesión de la nueva dotación por el periodo “máximo que legalmente se prevea”.

El acercamiento abre en todo caso la puerta a un largo camino, cuyos pasos inmediatos pasan por realizar “los correspondientes estudios de viabilidad técnica, económica, jurídica y de demanda de mercado” que respalden lo que tanto Puerto como Zona Franca consideran un “extraordinario” proyecto. Pero por encima de todo, el encaje de la actuación tendrá que esperar sí o sí a la “necesaria” aprobación de un nuevo Plan Especial de Ordenación del Puerto (PEOPV), o bien a una modificación puntual del ya vigente y según López Veiga, también del PXOM.

Varios objetivos

La propuesta está llamada a subsanar los “evidentes” problemas de aparcamiento que han llevado tanto a los vecinos del entorno como a comerciantes y hosteleros a exigir una solución, con el agravante de que la de As Avenidas es una de las grandes zonas de esparcimiento y contacto directo con el mar en pleno centro, y un lugar que espera por una profunda remodelación tras el siniestro de O Marisquiño. Y así, también, se zanjan los problemas técnicos y de viabilidad que suponía el robotizado para Zona Franca.

El proyecto debe tener encaje en el PXOM y en el Plan portuario de Ordenación

En el texto del pacto, el ente pilotado por Regades reconoce que “a lo largo de los años ha sufrido continuas averías” (que obligaban a destinar hasta 16.000 euros al mes en su reparación), lo que sumado “a sus reducidas dimensiones” ha terminado por acarrear un “continuo desequilibrio en su proyecto de negocio como consecuencia de las pérdidas reiteradas de su explotación”; situación que ni siquiera podría quedar solucionada con las obras de “desrobotización”, adjudicadas a Dragados por un importe de 1,3 millones. Para ello el parking se cerró en julio del pasado año –veinte años después de su apertura, pionera por su vanguardista sistema– y los abonados, muchos de ellos del Club Náutico, se reubicaron en el de A Estrela. El club hasta entabló conversaciones con el Consorcio y la Autoridad Portuaria para hacerse con la concesión, aunque finalmente no fructificaron.

Por otro lado, en uno y otro caso concurre una misma circunstancia: el plazo de su concesión –en manos de la sociedad Aparcamientos Subterráneos de Vigo, vinculada a Zona Franca– caduca a pocos años vista, algo que se ha tenido en cuenta a la hora de perfilar el proyecto del nuevo parking. En el caso del robotizado finaliza el 6 de enero de 2025, mientras que la que rige en A Estrela concluye el 5 de marzo de 2026. Más tarde lo harán las de los respectivos edificios dotacionales anexos: el 17 de julio de 2029, y el 12 de marzo de 2030, en ese orden.

Una transformación del “escaparate” marítimo que arrancará con la reparación del paseo

El aparcamiento será bajo tierra, pero en superficie todo el entorno de As Avenidas está a expensas de una profunda –y necesaria– remodelación para acabar con su deterioro y, ante todo, solucionar al fin el enorme socavón que dejó el accidente de O Marisquiño. El Puerto solo espera por el permiso de Puertos del Estado para acometer la reparación del paseo por un presupuesto de en torno a cinco millones de euros. La Autoridad Portuaria también envió solicitó esta semana un informe a la dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta para que emitiera su opinión sobre el proyecto, juicio que en todo caso no es vinculante.

Cuando están a punto de cumplirse dos años del colapso del muelle, la institución de Praza da Estrela arreglará el pavimento del paseo y reforzará la estructura para evitar las frecuentes roturas que ocasionaba el transporte de grandes piezas en la zona sin desviarse de los diseños de Vázquez Consuegra en Abrir Vigo al Mar (1992). La previsión del Puerto pasa por licitar la obra dentro de este mismo mes, para adjudicar los trabajos a la vuelta de verano y tratar de apurar después al máximo los plazos de obra con el objetivo de tener listo el paseo para la celebración de una nueva edición de O_Marisquiño, y otros eventos, como el Seafest, ambos suspendidos por el Covid-19.

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