Los usuarios del aeropuerto de Vigo pueden respirar más tranquilos. El servicio de control de fauna, cuyo primer concurso quedó desierto, acaba de ser adjudicado y firmado, por lo que el servicio se seguirá prestando con normalidad. Según figura en la página web de Aena, fue adjudicado por 157.300 euros a la misma empresa que lo desarrollaba hasta ahora. La cuantía de licitación coincide con el precio mínimo que la patronal estimó para que empezara a ser rentable (y seguro) prestar el servicio. "Vigo tendría que tener un presupuesto de unos 130.000 o 150.000 euros", cifraba en 2019 el presidente de la Asociación Española de Empresas de Control de Fauna, José Luis Falomir.
Aunque operan casi en la sombra, los cetreros son los encargados de garantizar a los pilotos que ningún ave o cualquier otro animal se cruza en la trayectoria de las aeronaves. De lo contrario, el desenlace puede ser fatal. Fue, por ejemplo, lo que le ocurrió en 2009 en Nueva York al avión de US Airways que tuvo que amerizar en el río Hudson tras haber perdido los motores por el impacto con una bandada de gansos. En Peinador hay actualmente nueve aves que controlan que ningún otro pájaro "peligroso" se cuele en el campo de vuelo. La mayoría son halcones. Están operativos todos los días del año y vuelan antes de que cada avión aterrice o despegue para espantar a gaviotas, estorninos, áñades, busardos, cornejas o palomas. De forma puntual el servicio ha tenido que "combatir" jabalíes, zorros, cisnes y hasta un buitre negro que llegó perdido a Vigo en 2016.
