Samil ya había sido objeto en 2010 de un ambicioso plan de regeneración, a través de un acuerdo a dos bandas entre el Ayuntamiento y la Dirección General de Costas, siendo ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino la actual concejala de Economía, Régimen Interior y Seguridad, Elena Espinosa. El proyecto, tal y como estaba planteado, permitía recuperar buena parte del arenal vigués ganando 30 metros de playa mediante el retranqueo del actual paseo y construyendo uno nuevo con menor impacto medioambiental, además de mejorar todo su entorno.

La iniciativa, que no llegó a materializarse, buscaba distribuir las piscinas, espacios de ocio y locales de hostelería entre el arbolado así como una extensa zona lúdica cerca del río. Desde entonces, en varias ocasiones se ha intentado retomar el proyecto, al menos sobre el papel, siguiendo el modelo de éxito cosechado con las dunas de O Vao, ahora protegidas y que han registrado un crecimiento espectacular en los últimos años.

El actual paseo de Samil se construyó a principios de los 70, cuando el arenal ya se encontraba bastante degradado. Se hizo sobre la duna y media ocho metros de ancho. Solo se ejecutó la parte peatonal dejando la trasera como zona de aparcamiento. Posteriormente se fue urbanizando todo el espacio hasta conformar la situación actual.