Las playas viguesas de la nueva normalidad ofrecen la imagen "de siempre" pero los bañistas no podrán llevar comida ni fumar. El Concello desplegó ayer en Samil y O Vao el sistema de parcelamiento mediante cintas de colores, que también incluye sus zonas verdes y que permitirá que ambos arenales acojan este verano un tercio de su aforo: 25.000 personas.

El alcalde Abel Caballero, acompañado de varios concejales y los técnicos responsables, asistió al estreno "en la mejor playa del mundo" de un método que garantiza arenales "sanitariamente 100% seguros" y animó a los visitantes del resto de Galicia y "de toda España". "Queremos que vengan, estamos encantados de que vengan", destacó.

El regidor no dudó en ayudar a los operarios contratados para el montaje diario de un sistema "sencillo y muy eficaz", además de "no muy costoso", y que ya ha llamado la atención de otros municipios del país. Las cintas se desplegarán cada mañana a primera hora y serán retiradas para que la maquinaria de limpieza pueda desarrollar su labor.

La ausencia de obstáculos visuales también minimiza su impacto, de forma que los usuarios pueden comprobar desde el paseo si hay sitios disponibles y disfrutar del entorno "sin ninguna interferencia".Un millar de cuadrículas

En total, Samil y O Vao sumarán un millar de cuadrículas en la arena y otras tantas en sus zonas verdes, que serán señaladas con pintura biodegradable. Y en el caso de las de Samil se retirarán las mesas. Cada parcela, delimitada por cintas rojas y con una superficie de 64 metros cuadrados, podrá acoger entre 8 y 10 personas. Los tramos blancos marcan los "pasillos" para moverse a través de ellas y las bandas verdes, la secciones verticales para acceder hasta la orilla.

La parte de la playa acotada alcanza el límite de la pleamar y toda la zona de marea baja será destinada a paseo. El concello también ha habilitado una zona con tarimas de madera para usuarios con alguna discapacidad.

Además, los paseos serán señalizados con huellas pintadas sobre el suelo para indicar los diferentes sentidos de la marcha y evitar los cruces entre personas.

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Así se pinta Samil para el verano

Según los cálculos del regidor, teniendo en cuenta la rotación, podrían pasar por ambos arenales y sus respectivas zonas verdes entre 30.000 y 40.000 usuarios cada día "con una seguridad sanitaria total".

Playas de Vigo: prohibido comer

Caballero también explicó que durante este verano estará prohibido comer en las 52 playas viguesas. "Pueden quedar restos y hay que tener especial cuidado. Estamos en época de pandemia. No pasa nada por moverse al chiringuito o a casa", apuntó.

A los nuevos requisitos higiénico-sanitarios se sumará también desde este verano la prohibición de fumar. Caballero recordó que se está tramitando la ordenanza municipal de playas sin humo y que entrará en vigor "en un mes".

Socorristas y Policía Local vigilarán el cumplimiento de todas las medidas y quienes no respeten las normas serán "desalojados" de los arenales. En todo caso, Caballero mostró ayer su "confianza" en la "responsabilidad" de los bañistas.Estreno del nuevo sistema

El primer día de la nueva normalidad en las playas amaneció nuboso, pero la temperatura agradable animó a muchos vigueses y también a residentes en otras localidades como Ourense y Santiago a acercarse hasta Samil para pasear y extender las primeras toallas en las parcelas.

Montse González y Xoana Vega estaban entre las usuarias que estrenaron el sistema. "Vinimos a caminar por la mañana y ahora nos tumbamos a 'tomar el sol.' Para nosotros Samil es playa de invierno, no solemos venir en verano, pero esto es un lujo y hay que aprovecharlo ahora que se puede. Antes de que se llene o de que haya algún brote y no podamos venir", comentaban.

Mael jugaba en la arena junto a su madre Águeda y su abuela Pili. "Lo bueno de este sistema es que no se puede poner nadie pegado a tu toalla", bromeaban. En principio, el nuevo sistema les parece sencillo y les anima a seguir disfrutando de la playa este verano: "Nos hace falta respirar aire limpio y que los niños jueguen después de tantos meses en casa. Nosotros solemos ir al Vao. Este año intentaremos ir más temprano a coger sitio. No vemos mal lo de que no se pueda comer, así la gente no se quedará todo el día y dejarán sitio a otros".