En el plan postCovid-19 de la Xunta de Galicia para Vigo, sobresale la Ciudad de la Justicia, con una inversión de más de 40 millones. Las obras, de nuevo en marcha superado ya el cese de la actividad de dos semanas por orden del Gobierno para frenar la expansión del coronavirus, se mantienen a buen ritmo. Sobre los terrenos del antiguo Xeral, trabajan unos 100 obreros: los ERTE y las restricciones de pasajeros en los vehículos que utilizan los operarios para llegar hasta la metrópolis olívica merman la plantilla.
Otras grandes apuestas de la administración autonómica en Vigo son la nueva estación de autobuses, para la que destina más de 15 millones -los trabajos arrancaron en diciembre-, los centros de salud de Bouzas -en torno a 1,4 millones, las obras comenzaron en febrero- y el Olimpia Valencia, en el edificio de la Audiencia -en marzo, se licitó la redacción del proyecto-, así como la conversión de la actual terminal de autocares en un centro intergeneracional: la inversión rondará los 5 millones. A estas, se suma la construcción de una residencia de mayores en la ETEA, aún sin comenzar, que costeará la Fundación Amancio Ortega -15-.
