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Las excusas más locas de aquellos que se saltan la cuarentena en Vigo

Más de 2.160 denuncias policiales en Vigo por incumplir el encierro tras casi cuatro semanas de estado de alarma -Hay excusas de todo tipo y también quien es sincero: "Me aburría en casa"

Un control policial en la avenida de Galicia de Vigo durante esta Semana Santa. Ricardo Grobas

"Llevo ya casi 20 días encerrado y no aguantaba más sin ver a mi novia". Un joven vigués se sinceraba así ante los agentes que lo identificaron tras sorprenderlo en la vía pública sin que su salida a la calle estuviese amparada por ninguna de las excepciones del Real Decreto por el que se declaró el estado de alarma a causa del coronavirus. Cuando están a punto de cumplirse cuatro semanas de confinamiento y aunque la mayoría de ciudadanos cumplen con el deber de quedarse en casa, los datos también evidencian que, por un motivo u otro, no son pocos los que se saltan la norma. Y es que en este período -desde el 16 de marzo y hasta este 8 de abril- se formularon en Vigo más de 2.160 denuncias contra personas que se saltaron el obligado encierro: una media de 90 diarias. De ese global, 900 propuestas de sanción corresponden a la Policía Local y unas 1.260 a la Policía Nacional, que incluye las de Redondela. Hay casos de todo tipo y excusas de lo más variopintas. Las de ir al súper o al estanco, cuando en realidad se está dando un paseo, son de las más socorridas. Pero también hay quien, una vez "cazado", no recurre a inventiva ninguna. "Estaba aburrido en casa y salí a estirar las piernas", contestaba uno de los sancionados estos días. Y, por poner otros dos ejemplos, ayer era sorprendido un hombre haciendo flexiones en Navia u otro paseando en su silla de ruedas por Pizarro.

| A la gestoría... en pijama. Entre los cientos de infractores detectados en Vigo está un hombre al que pararon en un control. Iba en su coche y alegó que regresaba de entregar documentación de su negocio en una gestoría. Los agentes no lo creyeron: el que fuese en pijama no les casaba con dicha gestión. Otra mujer, pasajera de Vitrasa, puso la misma excusa, la de la gestoría, pero no lo acreditó de ninguna manera. Al respecto de este caso, los policías están inspeccionando buses y taxis para comprobar que los desplazamientos de los pasajeros están justificados. Y en un taxi, precisamente, denunciaron a una viguesa que, les dijo, venía de visitar a su hija porque tenía "catarro".

| Bares y alguna que otra fiesta. Desde que arrancó el estado de alarma los policías intervinieron en varias cafeterías que, aunque con las persianas casi bajadas, tenían clientes dentro. Los primeros días, por ejemplo, encontraron a una quincena de personas bebiendo y comiendo en una taberna como si fuera un domingo cualquiera. En otro bar los presentes alegaron que eran la familia propietaria y que habían ido allí por una avería en la cocina de su piso. Sobre otros negocios, fue sancionada una peluquería canina o jugadores de un club de pádel. Y esta semana era detectada una fiesta en una vivienda abandonada de A Guía.

| Reuniones en zonas comunes de los edificios. Aunque la percepción es que estas conductas van a menos, también hay sanciones a personas que se reúnen en la terraza u otras zonas de los edificios, algo tan prohibido como salir a la calle. "Parece que ahora no hay tantos casos así; al principio tuvimos bastantes avisos de jóvenes que se juntaban por ejemplo en el jardín", dicen las fuentes consultadas. También de "reuniones" de vecinos en bancos del barrio. Muchas veces son los propios vecinos los que alertan. Esta semana una mujer llamaba indignada a la Policía porque no paraba de ver a un vecino pasear a su perro por la zona. "Y yo llevo casi un mes sin poder salir con mi niño a la calle", se quejaba. "Se nota que tras tanto tiempo en casa la gente empieza a desesperarse", resumen.

| Encuentros de parejas de enamorados. El confinamiento está impidiendo que muchas parejas que viven en casas distintas se puedan ver. Pero hay algunas que no aguantan tanto tiempo separados y tratan de ingeniárselas para verse aunque solo sea un rato en la calle. "Hemos tenido avisos de parejas a las que ven acarameladas en parques o en bancos; las normas de restricción y de distancia de separación en la calle son para todos", indican.

| La excusa de ir al súper, al estanco o a la gasolinera. Para dar un paseo hay quienes ponen la excusa de que van el supermercado o al estanco. El problema es cuando los agentes los detectan a bastantes calles de su vivienda, tras haber dejado atrás unos cuantos negocios de estas características. También fueron sorprendidas parejas o personas solas de madrugada y que acaban confesando que estaban "aireándose". Salir de casa con una bolsa del súper para disimular mientras se fuma un pitillo es otra de las picarescas detectadas.

| Y algún caso de trapicheo de drogas. En el Casco Vello dos hombres acabaron denunciados tras avisar unos vecinos que los vieron comprando droga. Hace poco hubo otra intervención similar en el entorno de avenida de Castelao.

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