La petición del vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, a las diputaciones para que se sumen a la plataforma logística de entrega de material a los ayuntamientos ha generado roces con la institución que preside Carmela Silva.

Mientras la Diputación de Pontevedra anunció durante el fin de semana su "absoluta cooperación" en el reparto ante "la desesperación de alcalde y alcaldesas", desde la delegación de la Xunta en Vigo acusaban a Silva de "intentar romper la unidad institucional en la lucha contra el coronavirus" y le pedían que dejase de lado "la política de confrontación":

Rueda apeló el pasado sábado a la colaboración de las diputaciones en la plataforma para el reparto de material sanitario: trajes, mascarillas, guantes y geles. Ourense ya se había incorporado, mientras que Lugo y A Coruña confirmaron su colaboración tras el llamamiento del vicepresidente.

Carmela Silva, por su parte, dijo ser "consciente de las dificultades" del Gobierno gallego "para hacer una distribución equilibrada que dé resultados" a la vez que se comprometió a cooperar.

Y ayer, a través de una carta enviada a la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) y a los concellos de la provincia anunciaba su participación ne la plataforma tras el "reconocimiento explícito" de la Xunta "de su necesidad de ayuda y su renuncia a la competencia exclusiva en el reparto". "La institución provincial está en disposición de encargarse directamente de la distribución", añadía en la misiva.

La respuesta de la delegación de la Xunta en Vigo no se hizo esperar: "Si quiere colaborar que aporte material para que se distribuya desde la plataforma". Y añadían a continuación que a lo largo de esta semana se repartirán "100.000 mascarillas, 15.000 trajes y 50.000 guantes".

"La crisis del coronavirus no entiende de confrontaciones políticas. Los recursos y el tiempo destinado a contestar a la Diputación son recursos y tiempo que no se dedican a los verdaderamente importante", concluyeron desde al delegación.