Más que un "lavado de cara". Las remodelación, en algunos puntos integral, de varias zonas del hospital simbolizarán no solo el cambio en la dirección de Povisa en 23 años, sino su adaptación a unas nuevas necesidades donde la accesibilidad, la funcionalidad y agilidad son tres estandartes también de la calidad asistencial. Con estas reformas, Ribera busca modernizar un hospital que data de los años 70, concretamente sus puertas se abrieron en 1973.
No sería hasta una década después cuando se produjo la primera gran ampliación del edificio, que se termina dos años más tarde y eleva el número de camas del Hospital Povisa a 700. También se amplía el número de trabajadores del centro, que ya es un referente sanitario a nivel gallego y nacional.
Ahora, casi cuatro décadas después, las instalaciones afrontan su segunda gran obra con la rehabilitación del área de hospitalización, urgencias y quizás la más visible, la entrada principal, que dirá adiós al empedrado y soportales así como a las tradicionales escaleras, impensables a día de hoy, que presidían el acceso al centro médico.
