La logística, en una comunidad finisterrae como Galicia, es uno de los costes que más preocupan a las empresas que están globalizadas -incluso más que el laboral-, sobre todo al sector de automoción. Por eso la idea de crear una plataforma logística compartida que permitiese a sus usuarios maximizar cargas y minimizar desplazamientos ha estado sobre la mesa del clúster de automoción desde hace casi dos décadas. De hecho, el proyecto se llegó a anunciar en diferentes ocasiones y con distintos presidentes al frente de Ceaga, desde Antonio Vega a Francisco Anguera o Luciano Martínez Covelo, y siempre se ha incluido en los sucesivos planes estratégicos del sector; pero nunca llegó a cuajar. Sí se han hecho experiencias piloto -algunas, con mucho éxito- a través de plataformas "virtuales" para que los fabricantes de componentes compartiesen transporte, tanto para aprovisionarse ellos como para enviar sus piezas y componentes a los distintos OEM para los trabajan, pero nunca se llegó a poner en marcha una central logística física, con instalaciones y abierta a todos los proveedores (a cambio de un precio, claro), en gran parte debido a la falta de suelo industrial en el área de Vigo y a su carestía, y también a que no hubo una apuesta decidida por parte de las administraciones para impulsarla. Hasta ahora. Con la constitución de la sociedad Infraestructura Logística 4.0 S.L., la Zona Franca ha dado un paso al frente para hacer realidad este proyecto ansiado por la automoción desde hace veinte años, y que se suma a otras iniciativas en las que está colaborando en materia logística como el parking para camiones de Balaídos o el proyecto de una gran central de transportes (con capacidad para 500 tráileres).