Reivindicándose al margen de ataduras y mandatos de ningún partido, adscrito a ningún bloque ideológico y con Galicia - "Galicia, Galicia, Galicia"- en el centro, hasta de la puesta en escena, el PPdeG convocó ayer a su estado mayor y a aproximadamente un millar de militantes para fijar rumbo hacia las elecciones autonómicas del 5 de abril. En Vigo, la ciudad que más sinsabores electorales le ha deparado en los últimos tiempos, los populares arrancaron la caravana de precampaña haciendo un ejercicio de perfil propio, con la marca Partido Popular apenas visible en el atrezzo, y todos los focos en dirección a Alberto Núñez Feijóo, ya lanzado como cabeza de cartel. El presidente de la Xunta aprovechó su acto de proclamación para declararse como un aspirante "libre" para cumplir sus compromisos con Galicia sin temor a lo que dicten otras siglas. Incluidas las suyas. "Quiero ser un presidente libre para cumplir con Galicia, no aspiro a nada más. No seré rehén de ningún partido, ni tan siquiera del mío. Soy un servidor de los gallegos", enfatizó.

El PPdeG recupera para intentar lograr la cuarta mayoría absoluta en 2020 algunos de los clichés que ya le sirvieron en 2016. Lo que hace cuatro años era "En Galicia si" hoy es "Galicia é moito, Galicia é todo". Y la estabilidad, tan predicada entonces cuando España paladeaba por primera vez la fragmentación y la repetición electoral, vuelve a ser hoy el ancla que amarra el discurso de Feijoo. Hasta Los Limones se mantienen como banda sonora en los mítines, ayer con indirecta incluida -"sé que aquí nací y aquí quiero quedarme"- y compartiendo protagonismo con el People Have The Power, de Patti Smith.

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Núñez Feijóo calienta la precampaña para el 5-A en Vigo

Así pues, el presidente autonómico volvió a reivindicarse como un aspirante para todos los gallegos "sin excepción", "sientan lo que sientan" y "voten a quien voten": un mensaje de amplio espectro con el que buscará reeditar el récord de absolutas de Manuel Fraga. Mientras Pablo Casado, líder del PP, apenas logra zafarse de la aureola de radicalismo a la que le llevaron los pactos con Vox, la suya -apuntó- será un política de "moderación", "entendimiento" y "responsabilidad" y no de "sectarismos" e "imposiciones" de fuera. Tampoco de Ciudadanos. Veladamente, el jefe de filas del PPdeG advirtió que no participaría "en ningún bloque de partidos", la misma semana en que Inés Arrimadas volvió a la carga a favor de una coalición del tipo "Galicia Suma". No se libraron los naranjas ni Vox, a quienes Feijóo censuró sus "lecciones" a la hora de defender la unidad de España.

Dos opciones

Pese a todo, el PPdeG tiene claro el tablero. El 5 de abril, o mayoría o un "variado multipartito". "Nadie discute que el PP va a ganar las elecciones, sino si nos van a dejar gobernar". A todas las formaciones dejó recado. A los rupturistas -cuya fórmula de concurrencia todavía está en el aire- por ser un espacio en el que los partidos "nacen, crecen y se reproducen para ir contra todo". Al nacionalismo del BNG por tener "como gran objetivo ir en contra de España". Y a los socialistas del PSdeG, principal rival, por "ir contra el partido que mayoritariamente ha ganado las elecciones". En ese sentido, Feijóo aprovechó para denunciar el trato del Gobierno de Sánchez a Galicia y su comportamiento "sectario", todo ello sin perder el "respeto" a las instituciones del Estado. La Xunta, eso sí, activó recientemente la vía judicial para reclamar a Hacienda el pago de los 200 millones del IVA.

Hubo en su intervención balance de sanidad -principal hueso para San Caetano-, de automoción -arrimando para sí el bueno rumbo de PSA-, de políticas para retornados -con reconocimiento incluido a Guaidó como presidente encargado de Venezuela- y hasta de planes forestales, en un público que le coreó y que le correspondió con ovaciones otro momento fraguiano, al dejar escapar unos sollozos cuando se vinculó con Galicia: "Es prácticamente mi vida, prácticamente todo lo que soy".

En el hall del Mar de Vigo se citaron las bases, los conselleiros y, entre otros cargos, los barones provinciales del partido. Un "ambiente muy especial", resaltó, uno de ellos, Alfonso Rueda, presidente del PP de Pontevedra. Como uno de los encargados de telonear a Feijóo, agradeció su continuidad en Galicia y llamó a trabajar de puertas para adentro. "No quiero hablar de Gonzalo Caballero, nos conviene que hable mucho él", incidió. A Ana Pontón le recordó el resultado de 41-6 en escaños de la legislatura pasada.