El petrolero Harald Maersk cumple hoy una semana atracado en Vigo aunque su naviera tiene plena confianza en que sea el último día en este puerto. El problema es que quiere zarpar sin los tres polizones de Guinea Conakry que descubrió cuando navegaba el día 7 frente a Cíes. Y esto es desde ayer lo único que lo retiene en el muelle.
Durante todos estos días los representantes de la naviera danesa han intentado infructuosamente que las autoridades españolas autorizasen el desembarco en tierra de los tres africanos que según el capitán, Adrian Panican, mostraban un carácter tan violento que temía fatales consecuencias para su tripulación y para ellos mismos por las fuertes discusiones que mantenían entre ellos. Sin embargo, fuentes consignatarias se mostraban ayer esperanzadas en que hoy pudiera producirse esa resolución judicial favorable a su planteamiento de dejar a los africanos en Vigo para zarpar hacia Holanda. De hecho, por parte de Capitanía Marítima el buque quedó ayer despachado, con todo el plácet administrativo en regla, de manera que si no zarpase hoy significará que se resiste a hacerlo con los tres guineanos a bordo.
