La titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Porriño decretó ayer prisión provisional, comunicada y sin fianza para Antonio G.F., el vecino de Atios, de 58 años de edad, detenido en la madrugada del miércoles por agredir con un cuchillo a su mujer, de 52 años, en presencia de su nieto, de 6, que también resultó herido. Se le investiga como presunto autor de un delito de homicidio en grado de tentativa.

El detenido llegó al Juzgado de Porriño, ayer por la mañana, escoltado por la Guardia Civil y con una oreja vendada, aunque no ha transcendido si la herida fue consecuencia del forcejeo con su esposa o resultado de una lesión anterior. Mientras se encontraba declarando, su hija y madre del menor que presenció la presunta tentativa de asesinato, acudió a las inmediaciones del juzgado para "verle la cara a mi padre y que él me la vea a mí". Aunque finalmente no pudo cruzar la mirada con su progenitor, su testimonio fue sobrecogedor. "Espero que no salga nunca de la cárcel, lo que nos ha hecho no tiene perdón; lo tenía todo preparado, estoy segura", aseveró la hija y madre de las víctimas, las cuales están fuera de peligro.

Los hechos sucedieron en el domicilio familiar, localizado en el barrio de A Pontenova de la parroquia porriñesa de Atios, en la madrugada del miércoles. Según fuentes cercanas, el hombre atacó con un cuchillo a su esposa cuando esta ya se encontraba en cama. En la habitación también se encontraba el menor, que en un intento de quitarle el arma a su abuelo se hizo cortes superficiales en los dedos. Mucho más graves fueron las lesiones que sufrió la mujer del detenido, a quien, intentando preservar su vida, el cuchillo le atravesó la mano; motivo por el cual ya se le ha practicado una cirugía plástica en el Hospital Álvaro Cunqueiro.

Al margen de los daños personales, la hija de la víctima hace hincapié en los perjuicios psicológicos que acompañarán a su hijo y su madre durante el resto de sus vidas. Por ello, los tres han recibido ya ayuda psicológica. "Si de una cosa estoy segura, es de que mi hijo nunca le va a hacer daño a una mujer", aseguró en los exteriores del juzgado de Porriño.

En la noche en la que ocurrió el suceso, las víctimas pudieron abandonar por su propio pie la vivienda. En la carretera fueron auxiliados por un vehículo que pasaba por la zona, el cual los llevó al centro de salud del municipio, donde les esperaba la ambulancia para trasladarlos al Cunqueiro. Tras avisar al 112 Galicia, se personó en el domicilio la Policía Local. Allí el presunto homicida les dijo a los agentes que había discutido con su esposa; aunque la hija de ambos sostiene que "llevaban días enfadados como una pareja normal", pero esa noche, que da la casualidad que era el cumpleaños de la mujer agredida, no hubo ninguna pelea. "Él actuó premeditadamente", cree.