La ciudad olívica ya ha servido de escenario para numerosos rodajes de célebres películas, y ahora son los alumnos del IES Audiovisual de Vigo quienes siguen la estela de grandes directores utilizando localizaciones de la urbe para realizar sus primeras prácticas como profesionales detrás de la cámara.
El centro vigués aborda anualmente trabajos interciclos en los que participan todos los matriculados de los cuatro ciclos de Formación Profesional de Imagen y Sonido, dentro del itinerario de cine. "Lo que tratamos es que los chicos adquieran unas competencias y que ocupen los cargos que se darían en un rodaje normal, con equipos interdisciplinares de sonido, imagen, realización y producción", afirma satisfecha la directora del instituto, María Salgueiro. Cada uno de los siete grupos que llevan a cabo este proyecto académico tienen un periodo máximo de tres días para grabar todo el cortometraje.
Praza América se convirtió ayer en un plató de rodaje para asombro de los viandantes. Doce alumnos, encargados de la realización de Unha lingua sen boca, escogieron esta ubicación para iniciar la grabación de su proyecto, un corto que trata de reflejar el desuso del gallego en las grandes ciudades. "Elegimos Praza América porque cuando yo vine de Silleda a vivir aquí vi a un gaiteiro tocando y me pareció genial incluir esa escena en nuestro trabajo", apunta el director y promotor de la idea, Iván Sobrado. "El mensaje que queremos dar es que el gallego se está abandonando. En Silleda, estaba acostumbrado a escuchar gallego cada día y en Vigo tardé dos semanas en oír que alguien lo hablara por la calle", explica. "Para los que vivimos en otra realidad nos sorprende un poco la gente que tiene el gallego olvidado", expresa la actriz, Andrea Dunia.
Una de las complicaciones a las que se someten los jóvenes a la hora de rodar es el ruido ambiente. "El sonido tiene algunas complicaciones al no haber rácord entre planos. Tuvimos que grabar el sonido ambiente y luego mezclarlo con la voz en off de las personas dialogando", detañlla el ayudante de sonido, Álvaro Valencia. A los inconvenientes técnicos también se le suma el descenso de las temperaturas que deben soportar las actrices.
El resto de los grupos escogieron ambientes como Samil o locales privados para desarrollar sus proyectos de temáticas variadas. " Golden Boy habla de la trayectoria de un luchador de full contact; Rompendo olas aborda la perspectiva de género desde la desintoxicación; AuTOControl trata el tema de los trastornos; El encanto de Din Matamoro analiza la forma de concebir el arte del pintor; Alumeando a miseria visibiliza la pobreza en la ciudad y Tatutarte cuenta la vida de la tatuadora viguesa Sax", especifica María Salgueiro.
En unos meses, todos los trabajos se exhibirán en el instituto.
